Desconocidos | Nicolás Capaldo x Julián Álvarez

extra i

|EXTRA|

2027

"Paso a paso que la cagamos"

Después del Mundial donde Nico y yo confirmamos que estamos juntos, el Barcelona me fichó como un favor hacia Nicolás y yo, gustoso, acepté. Me mudé con él y nuestra convivencia es buena, lo juro.

Hoy me siento algo raro.

Nico y yo estamos jugando a un juego, algo así como "Verdad o Reto", pero este es "Verdad o Verdad". Es algo totalmente inventado para conocernos más, saber más anécdotas del otro y saber las primeras experiencias.

Pero ahora no estoy seguro de contestar la pregunta que me acaba de hacer.

-¿Alguna vez te gustó un amigo?-. Me preguntó hace unos segundos y todavía no contesté.

Los recuerdos inundaron mi mente. Su sonrisa socarrona, su piel morena, su actitud de niño, su impaciencia, sus celos, su indecisión, su miedo, sus abrazos, sus besos, su olor, su pelo, su cuerpo, su carisma, llegaron a mi cabeza.

Yo ya lo superé, lo superé en el instante en el que besé los labios de Nicolás Capaldo por primera vez.

Pero, ahora que me acuerdo, ¿Se lo tendré que contar?

"Una relación no puede existir sí no hay confianza en el medio, Julián", Me decía mi abuela siempre que tenía oportunidad, pero no sé, tengo miedo. Miedo de que se lo tome a mal, yo sé que él es celoso y sé que se pondrá mal.

Miro detrás de él, la puesta de Sol, tratando de aclarar mi mente.

Pero él vuelve a hablar.

-¿Alguna vez te gustó un amigo, Julián?-. Preguntó con un tono más firme. Demoré mucho en contestar, sí le decía que no, no me creería.

Respiré y lo dije.

-Si.

Él me miró como sí hubiese esperado ésa respuesta, pero yo sabía que lo había sorprendido porque alzó las cejas durante un mili segundo. Estaba nervioso porque empezó a jugar con el anillo que tenía en el dedo pulgar de la mano izquierda, también me di cuenta que estaba incómodo con la situación porque se removió en el sillón.

Aún así, inspiraba calma y confianza, pero yo no me fíaba de eso.

-¿Siguen siendo amigos?-. Preguntó y yo asentí, nervioso. Está vez sí cambió su cara, palideceó.

-Es de mis mejores amigos, sí.

Me rasqué el cuello, nervioso.

-¿Puedo saber quién es?-. Curioseó, con la voz baja, no quería que me enojara o, capaz, se estaba conteniendo para no gritarme.

-Ferreira, Cristian-. Respondí mirándolo a los ojos, con la cabeza en alto.

-¿Cristian? ¿El cordobés de River? ¿El que estuvo en el Mundial?-. Preguntó y yo asentí, con vergüenza. Él respiró-. ¿Antes o después de nosotros?-. Preguntó y su voz salió rasposa, tenía miedo.

-Antes-. Respondí con honestidad

-¿Qué tan antes?-. Yo suspiré.

-Está bien, te lo voy a contar-. Dije, resignado, y él asintió, pero no estaba tranquilo.

Estoy seguro que no quería escuchar la historia.

-Bueno-. Dijo mientras asentía, pero tragó saliva. Me di cuenta.

-A Cristián lo conozco desde los 16, cuando llegué a River, él es un año mayor que yo-. Nico me miró divertido y con una ceja alzada-. Si, si, a mí me gustan mayores de esos que llaman señores y no digas nada al respecto-. Lo apunté con mi dedo índice, él levantó ambas manos en señal de paz.