Capítulo 2: ¿Quién Eres?

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Zhao Yang había viajado a la región Dong Shou en busca de una hierba espiritual que necesitaba para curar su enfermedad.

Esta hierba era muy rara, ya habían pasado un par de años desde comenzó a buscarla, pero aún no la encontraba, sin embargo, unos rumores de que habían encontrado una planta rara con ciertas características similares en uno de los bosques de Dong Shou se extendieron en las cuatro regiones.

No pensó mucho cuando se apresuró a aquel lugar para ver si se trataba de la planta que él buscaba, debido a esto bajo mucho la guardia y uno de sus enemigos terminó drogándolo, estaba irritado por haber cometido tan grave error, ni siquiera pudo contraatacar y mucho menos obtener ninguna información porque al rociar aquella droga esas personas huyeron rápidamente.

Sospechó que aquel asunto no era tan simple, la droga que le habían dado tenía muchos efectos, pero funcionaba principalmente como un afrodisíaco tras combinar con una hierba extra y no era fácil de conseguir, era muy fuerte e inclusive él que se podría considerar un experto marcial, no lo podría controlar tan fácilmente después de inhalar un poco. Sabía que alguien más le tendría que haber brindado ayuda a su viejo enemigo, para conseguir tal cosa.

A penas logró controlar la droga con su poder espiritual y rápidamente regresó a la ciudad cercana para buscar una habitación en que hospedarse, planeando suprimirla por completo allí.

Zhao Yang nunca se imaginó que cuando se dispuso a suprimir la droga, una jovencita irrumpiría en su habitación bajo la vigilancia de sus guardias de las sombras.

Sus guardias de las sombras no cometerían un error tan grande sabiendo que no podía usar su energía espiritual en la situación en que se encontraba y entendió que algo estaba mal.

— ¿Quién eres? — le preguntó Zhao Yang a aquella jovencita, quién al escucharlo dio un respingo y se apresuró a buscar el origen de su voz, deteniéndose una vez que le vio.

Al presenciar aquella acción Zhao Yang pensó que ella tenía malas intenciones, por ello no había contestado a su pregunta y había reaccionado tan nerviosamente.

— ¿Qué haces aquí? ¿Eres alguien que mandó Su Dalay? ¡responde! — volvió a preguntar enojado y está vez soltó un poco de su aura para intimidarla.

La joven que aún se recostaba en la puerta para su sorpresa no se imnutó por su aura, haciéndolo fruncir el ceño mientras observaba como ella movía ligeramente sus labios sin responder.

Él pensó que su suposición era correcta, aunque no sabía que pretendía Su Dalay al drogarlo y luego mandar a una chica a su habitación.... ¿que ganaba con hacer esto?, pero le estaba subestimando si pensó que caería.

Círculo su energía espiritual y en un parpadeo estuvo frente a la joven, apresando sus muñecas con fuerza para que no escapara.

— Será mejor que hables a no ser que quieras morir. — La intención de matar se filtró en aquellas palabras, mientras la analizaba se dio cuenta que ella no poseía ninguna pizca de energía espiritual, lo que le hizo seguir preguntándose la razón de todo aquello.

Se inquieto al percatarse que la energía que bloqueaba la droga en su cuerpo se debilitaba muy rápido después de que la usó anteriormente, sin embargo, su rostro no demostró su inquietud, su expresión seguía siendo fría.

La joven levantó su rostro mirándolo directamente a los ojos, sorprendiéndolo una vez más.

A pesar de que su rostro estaba un poco sucio por el maquillaje que se había corrido, cualquiera podría decir que era muy bonita, pero lo que jamás olvidaría era aquellos ojos verdes que estaban llenos de orgullo y determinación.

— Yo... Yo no conozco al que mencionas...— dijo ella y dudó antes de continuar — No sé de lo que habla, entre aquí porque me persiguen, vi que la puerta estaba abierta y no pensé que habría alguien dentro, si me suelta puedo irme de inmediato y no lo molestaré más. — Sus dudas del inicio fueron reemplazadas por confianza a medida que hablaba, sus ojos ligeramente brumosos lo seguían viendo sin ningún indicio de temor.

Él le creía podía ver en sus ojos que ella no mentía, ya que sus ojos eran tan limpios y claros que mostraban todo lo que ella pensaba.

Los ojos de Zhao Yang bajaron y no se apartaron de aquellos delicados labios, no lo hizo hasta mucho después de que ella dejara de hablar, se sentía confundido.

Él sabía que era mejor soltarla y dejarla ir antes de que la droga lo hiciera perder la razón, pero.... algo lo hacía reticente a apartarla de su lado.

Cuando finalmente la soltó la joven perdió su equilibrio y por un impulso la sujeto para que no cayera, pero aquella acción fue su perdición.

No pudo contener más la droga en su cuerpo, aquella delicada figura desprendía un ligero aroma que le atraía y sin saber si fue por su propio impulso o por el efecto de la droga, la beso.

Saboreo aquellos labios que lo habían llamado, creciendo en él la necesidad de algo más.

— mmm. — El ligero gimoteo de la joven lo hizo congelarse por un momento.

Apartándose de sus labios observó como los ojos de la joven se volvían cada vez más brumoso mientras que aquellos labios se habían vuelto rojos debido al beso anterior.

Soltando un leve gruñido ante tal vista, Zhao Yang tomó a la joven en sus brazos y camino a la cama, ella se resistió a sus brazos, pero no pasó mucho tiempo antes que se quedara quieta.

Colocándola suavemente sobre la cama, volvió a besarla, esta vez el beso fue más salvaje, él sabía por una extraña razón que el destino los había unido y no podía describirlo con exactitud, era como si algo le dijera que debía estar junto a ella. Nunca pensó que en su vida diría palabras tan ilógicas, pero entendía que no podría alejarse de la joven.

— Me haré responsable de ti — susurró ligeramente Zhao Yang y no encontrando más resistencia de la joven comenzó a quitar sus prendas.

DARK QUEEN: La diosa de la noche [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora