Capítulo 6

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Tomar una ducha se sintió bien, la sesión de entrenamiento diaria súper fue productiva, extrañamente se sintió más motivado que otros días para intentar nuevos ejercicios, parecía que la transformación de SS estaba por llegar. Pero como en todo con desgaste físico requería de forma inmediata saciar su apetito, la señora loca le hizo mención que esa noche saldrían a una cena importante, por ello le dejaría preparado todo el arsenal de alimentos para nutrir su preciado cuerpo.

Bajaba con rumbo a la cocina para comer antes de ir a buscar a la escandalosa terrícola, acordó una charla con ella para aclarar el tema de las esferas, un pretexto para acercarse a ella, ganarse su confianza y así tenerla comiendo de la palma de su mano para que le brindara insumos de entrenamiento.

Durante el inicio de su cena trató de concentrase en su estrategia con mujer, no la visualizó en los alrededores. Cuando estaba a por terminar el postre que consistía en una charola entera de pastelillos de chocolate, escuchó a lo lejos gemidos de placer, agudizó su oído pasa saber de dónde provenían. Lo ponían incómodo, así que se dirigió a la fuente del sonido.

-¡Humana escandalosa!! Pero me vas a escuchar –decía avanzando con rumbo a los jardines.

-¿Y ahora qué hice? –le respondió una voz familiar.

En definitiva no la sintió acercarse, volteó para responderle pero se quedó en silencio al verla. Llevaba puesto un elegante vestido rojo de manga larga, con una ligera abertura en el pecho y en la falda, complementado con una gargantilla circular y un brazalete en tonos dorados. Su cabello estaba recogido dejando ver dos pequeños pendientes, para completar la escena sus labios rojos parecían más atractivos y jugosos que de costumbre.

La humana no estaba tan mal para sus estándares, pero esa noche se veía con una diosa, vagamente comprendió por qué circularon miles de pretendientes en las semanas anteriores.

-¿también los escuchas? –lo sacó de sus pensamientos –oh por dios, ¿pensaste que era yo?- se sonrojó.

-Supuse que eres escandalosa en todo – le respondió dándole la espalda, porque lo ponía nervioso verla así –¡voy a callarlos, me ponen de malas!

-Espera –Bulma soltó una risita –déjalos, imagino quienes son, mañana hablaré con ellos, son empleados de la Corporación.

-¡Voy a hacer que se callen!, punto –seguía avanzando

-Vegeta, enserio déjalos que se diviertan, no seas amargado, ¿qué tú no haces? –Pausó su discurso en vista de que los gemidos se tornaban más intensos. –¡ok, ok!, vamos a al cuarto de tv, allí no escucharemos nada.

En el momento de seguirla miró la parte trasera del vestido rojo, llevaba toda la espalda descubierta, sintió la necesidad de acercarse para tocarla pero como buen guerrero respiró profundo para controlar sus impulsos, le costó trabajo porque los gemidos ambientales no le favorecían a la causa.

El trayecto fue silencioso en palabras, jamás le pareció que el cuarto de televisión estuviera a tantas horas de distancia. Entre sus reflexiones, su ego pensaba que posiblemente ella se arregló de esa manera provocativa para verlo, sonrió para sus adentros, fue una sonrisa triunfal, hasta que un comentario le bajó la moral.

-Oye te alcanzo en un momento –le comentó –voy a cambiarme, sírvete una bebida mientras esperas.

-NO –su negación pudo interpretarse de varias formas –mi tiempo es valioso, ya te esperé mucho tiempo -En el fondo quería seguir viendo ese vestido rojo.

-No tardo –insistió –me pongo pijama y bajo, dame 5 minutos.

-Qué no, si ya te arreglaste así para vernos qué más da –su ego habló en voz alta.

Estaba escritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora