Capítulo 12

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Aquí iba otra vez, no fue capaz de resistir más de 10 días sin el contacto de la mujer. Confiaba en que se saliera de viaje para mantenerse muy alejados, pero el científico decidió intercambiar los papeles así que Bulma permaneció en casa y pese a que hizo todo lo posible por evitarla, percibía su olor por todos lados. Esa noche los instintos superaron su autocontrol, tal vez porque la luna llena aún le recordaba su esencia salvaje.

Una parte de su ser sentía deshonra, no se explicaba por qué salió corriendo tras la terrícola en cuando se percató de su ausencia. Se juraba no volver a seguirla, no era digno de un guerrero perseguir a una hembra. Cuando la localizó se detuvo a observar la interacción de los humanos, la mujer platicaba animadamente con sus acompañantes hasta que se dirigió al escenario y fue su turno de cantar, desde lejos la percibió nerviosa pero ansiaba verla haciendo el ridículo frente a todos.

No entendía las costumbres y manías de los terrícolas por expresarse con canciones, desde su perspectiva no tenía sentido cantar y menos para que otros te escucharan. Parecía que Bulma tomó confianza en su interpretación, todos los asistentes a la reunión cantaban con ella. Vagamente le pareció reconocer algunos individuos, eran parte del personal de trabajo de la CC.

La luna estaba en su máximo esplendor era una súper luna llena, pocas ocasiones se detenía observar el astro, las veces que lo hizo en otros planetas fue para lograr su transformación en Ozaru, ahora se dedicaba a contemplarla por somera curiosidad y por matar el tiempo en lo que la mujer terminaba de vestirse.

-Es hermosa ¿verdad? –lo sacó de sus cavilaciones –Es la luna de nieve, será la más grande y brillante de todo el año, ¿no te vas a transformar en mono gigante, verdad? –bromeó colocándose a su costado.

-Obviamente no –se irritó con el comentario –ya no tengo cola.

-Lo sé- reía divertida –es solo que la primera vez que Gokú se transformó casi nos mata.

-Esa es la función de un Ozaru –Aclaraba Vegeta cruzando los brazos.

-¿Ozaru?, así que ese es el nombre de la transformación. No recuerdo que Raditz le explicara eso a Gokú cuando llegó a la Tierra –Pensó en voz alta.

-¿Estabas con Kakaroto cuando Raditz llegó a la Tierra? –Preguntó con sorpresa.

-Sí, conocí a tu amigo, simpático el muchacho –decía con sarcasmo Bulma –Tuvimos una reunión en Kame House, Gokú llegó a presentarnos a Gohan, por fortuna su esposa no asistió porque se habría infartado cuando secuestraron a su pequeño.

-¡Eras tú! –exasperado habló en voz alta.

-¿Cómo que si era yo? –no lograba atar los cabos de la afirmación del Saiyajin.

-¡Carajo!, hasta el bastardo de Raditz –apretaba los puños, quería encontrar la explicación lógica.

-¿Qué hice? –la mujer no parecía encontrar la explicación al enojo del príncipe –no me digas que también mis encantos dejaron prendado a tu amigo –ató cabos expresándose con triunfo.

Vegeta se limitó a gruñir, lo que se interpretó como una afirmación. A su llegada a la Tierra el maldito Raditz les informó que había encontrado a Kakaroto y que tenía un vástago, lo que era una señal de la compatibilidad del código genético entre humanos y saiyajines. Además dijo que la esposa de Kakaroto era una mujer muy atractiva y que si su hermano se negaba a unirse a la causa entonces tomaría a la terrícola para aparearse.

-Lástima, estaba disponible en ese entonces –seguía bromeando Bulma –le habría dado mi número, pero me gustas más tú –le guiñó coqueta.

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