Capitulo 2: Adicción a lo prohibido

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Capitulo 2

Adicción a lo prohibido

Ella inhala, evade por cuanto puede a esa mirada insistente del 'Catman' pero, no lo consigue.

-Bu-Bueno, mi nombre es Julieta Reinsgood, vengo de Inglaterra y espero...- Sus ojos se redirigen a los del muchacho felino inconscientemente -Espero llevarme muy bien con todos ustedes- Culmina, agachando la cabeza un poco; esta mirada constante le activa los nervios.

-Bienvenida, tome asiento- Le indica el profesor y ella obedece sin decir nada más.

-¡Oh, Juli-chan, siéntate aquí!- Nagisa se muestra muy animado, y con una gran sonrisa en su rostro.

-¿Hmm?- Julieta le dirige un gesto -O-oh, gracias- Se sienta y es ahí cuando entra en razón que su asiento esta justo al lado del muchacho gatuno, este aun la observa.

-¿Te gusta nadar?- Le pregunta el rubio emocionado.

-Es divertida- Responde la joven.

-¿Le gusta nadar? Interesante- El 'catman' toma notas mentales, sin siquiera pronunciar palabra -Tenemos clase ahora, Nagisa. Presta atención- Reprende al rubio, con cierto tono de 'hermano mayor'.

La clase transcurre normal, monótona y ligeramente aburrida. Julieta estaba a punto de quedarse dormida, el muchacho felino se mantuvo observándola todo el tiempo, sin apartarle la mirada ni un segundo. Casi al punto de acosarle, en silencio; asechándole sin palabras, solo con sus ojos.

-¿Cuál será su aroma?- Son las letras que se organizan en el pensamiento del muchacho -¿Sera de rosas o... amaras las espinas?- Otra interrogante se amontona en los vacios pensamientos de él.

-¿Qué tienen estos ojos que no cesan de mirarme?- Se pregunta Julieta en un simple pensar.

-Ey, vayamos a la piscina todos- Nagisa se pone de pie muy entusiasmado -¿Qué dices? Juli-chan... ¿nos acompañas?- Le propone a la muchacha.

-Va-vale- Accede, incauta a lo que aquellos ojos desean ver, ocultos tras los finos mechones de su cabello verde-oliva.

-Estupendo, vengan también Haru-chan, Rei-chan, Rin-chan, vengan a la piscina también- Él sonríe en grande, ingenuo y jovial.

-¿Cómo se verá en bañador?- El muchacho felino se pregunta, con ansias animadas a sus hormonas y un brillo particular en la mirada...  es tarde ya, la ha fichado como suya, no hay salida.

-Como sea- Los tres muchachos, el pelirrojo, el peli azul y el de lentes responden al unísono sin notarlo.

-Perfecto, vamos gente- Nagisa comienza a sacarlos a todos, empujándoles y con una actitud muy infantil.

Recorriendo el pasillo, cruzándose la mirada y ella evadiéndole el contacto visual... esto le ruboriza las mejillas furtivamente. Él se limita a solo verla, contemplarla, ansiarle y desearla con un único fin... placer sexual. Nagisa no lo nota, Rei ni menos, a Haruka poco le importa pero, a Rin le da escalofríos la mirada de Makoto sobre Julieta, no es como antes, es distinta, fría y sádica. Se le ve el deseo marcado en los orbes, en cada facción de su rostro denotan sus intenciones. El pelirrojo percibe esa atmosfera, lo evade y se evita involucrarse... no más a aquella disputa de antes, no hay necesidad de recordarla ahora.

-No, tú cambiaste. Tu juraste no hacerlo de nuevo o... ¿me mentiste?- Piensa Rin, aun trayendo a memoria aquella fatídica mañana de otoño... jamás olvidara lo que vio. Su hermana menor y su compañero de natación, ambos en su cama, y no precisamente jugando.

En un segundo Makoto se percata de la mirada de Rin, de inmediato lo engaña, con una sonrisa, con sus ojos y sus palabras.

-No lo hare... pero no aseguro nada- Se lee en sus labios, no se escucha su voz pero, en las últimas palabras Rin no las capta, no las ve y engañado es.

-Bien, bien, ya llegamos- El rubio frena sus pasos frente a la puerta que los conduce a la piscina. Todos se detienen y cuando menos se lo esperan se escucha un chapuzón. Ellos se giran en dirección al suceso -No es justo, Haru-chan- Nagisa hace un puchero y se quita la ropa saltándose la valla y metiéndose al agua.

Los demás no tardan en seguirlo, excepto Makoto y Julieta. Él se acerca a ella, con la cautela digna de un depredador, en silencio, al asecho de su inocencia.

-¿Sabes... nadar?- Le pregunta tan de repente que ella se sobresalta.

-S-si- Asiente y le contesta incorporándose.

-Entonces ¿Por qué no vas y entras al agua?- Pregunta de nuevo.

-No tengo bañador- Se excusa, intentando librarse de sus preguntas, de su voz, de sus ojos.

-En el vestidor tenemos un bañador pero, es de una pieza ¿No te importa?- Insiste el muchacho.

-G-gracias pero, prefiero no entrar- Lo evade.

-¿Por qué?- Su voz la atormenta, en una lucha interna de ceder o no.

-...- Ella enmudece.

-¿Pasa algo?- Su voz se adentra en su ser, recorriendo cada parte de ella.

-...- No hay palabras de su parte.

-¿De veras no quieres entrar?- Insiste como un niño.

-...- Ella niega con la cabeza.

-Bueno, tenlo por mi- Le entrega el felino en las manos -Yo si entrare un rato- Le guiña un ojo y se saca la camiseta, con cierta mirada dedicada a ella y bromeando le lanza la prenda, saca la lengua y sacándose los pantalones corre y se mete al agua cual pez.

En minutos están los cinco nadadores disfrutando del agua, con completa normalidad pero, Makoto mantiene su mirada en ella. Se sumerge y se acerca al borde de la piscina posando las manos en este y dirigiéndole sus orbes cuando esta se dispone a sentarse con el gatito en las manos. Suspira, como si fuese inalcanzable.

-¿Desde cuándo me gusta... lo prohibido?- Se pregunta a sí mismo, sin conseguir la respuesta. Suspira de nuevo sin apartarse de tal conexión visual, como si su vida dependiera de ello.

-¿Qué tienen sus ojos?- Se interroga ella, en el silencio de sus pensamientos.

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Notas Finales: Espero les haya gustado el capi... perdonen la tardanza.

Disfrutenlo y... no se olviden de comentar xD

Saludos gentesilla del Wattpad; sean felices *saludo con las manos*

Cara de angel... alma de demonio (Makoto Tachibana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora