¿Quién eres?

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Regresé nuevamente, las cosas han cambiado entre nosotros, desde la última vez no quise volver a saber sobre el. Tampoco el ha dicho nada, desde entonces todo se ha vuelto un poco incómodo. Cuando volví a casa  me fui con Glory para quitarme de encima ciertos problemas en mi cabeza.

—¿Qué piensas?

—No es nada , solo recuerdo.

De nuevo estaban los recuerdos, ¿por qué lo seguía haciendo? Una parte de mi los guardaba pero otra los odiaba y podía mas la que los odiaba, el saber que haría lo que dijo que nunca pasaría y con quien me afirmó muchas veces que no pasaría. Solo pensarlo me disgusta mucho. Hubiera seguido de viaje si no hubiera sido porque los demás me pidieron que regresara.

—¿Irás a Japón?  — interrumpió nuevamente.

—No lo sé Glory.

—¿El está molesto?

—No.

—¿No estás celoso?

—¿Por qué? 

—¿Por qué? —burló. —Sabes a que me refiero Seunghyun. No tienes qué estar celoso, tu mismo lo sabes.

—No sé de qué estás hablando.

—Deja de jugar con esa lata de soda.—el me la quitó de las manos y observó.—De el, de Jiyong.

—No sé a qué te refieres.

—Si lo sabes, nadie es tan tonto como para no darse cuenta que todavía te sigue afectando y...

—Deja de insistir. No vine para que me hables sobre lo mismo. —interrumpí, no quería escuchar eso de nuevo.

—No te molestes, perdona. Esta bien no hablaré mas de el.

—Solo quiero relajarme.

—De acuerdo, ¿tu hermana no vendrá? 

—No lo creo.

—Entonces solo bebamos, disfrutemos y luego te vas a casa.

—Si, esta bien.

¿Por qué se siente así? Sabía bien que eso sería así, es imposible que tengamos algo. Lo sabía a la perfección pero no hice caso, preferí arriesgarme tontamente contigo a pesar de todo. Creí que todo sería diferente, que serías distinto, que podríamos con todo y que me amabas todavía pero solo caí en el precipicio de la desilusión y me ahogué en el inmenso mar que yo mismo cree, no fui capaz de llevarlo y huí, pero tampoco fuiste distinto conmigo.

Supe de lo que harían para disipar el desastre que provocamos, sé que esa noticia saldrá pronto o en horas, estoy seguro porque también sé que esta con ella, lo escuché a Yang antes de venir. Pero nada de eso importa porque sabía que pasaría en algún momento, fuimos descuidados, debí poner atención a mi alrededor, nada de esto habría sucedido si no hubiera accedido.

La música retumba sobre esos parlantes, las luces de colores, el gentío bailando entre sí y otros tocándose o besándose.

—Seung, ¡vaya que maravilla que estés aquí! —comentó aquella mujer.

—Hola.

—Quita esa cara cariño, estás en una disco al menos bebe algo.

—Me iré solo y...

—No pasará nada si bebes solo una.

—Está bien.

Ella llenó mi bebida y como si no hubiera fondo me lo tomé. Sin embargo olvidé luego la cantidad y solo bebía sin parar.

Prohibido Estar Contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora