Fallido. No da el resultado perseguido o esperado.
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Ignorar a Jisung es como tener a un elefante sobre tu cabeza y negar que éste se encuentra allí.
Cuando le regalaría la victoria a mi equipo lanzando el balón en un limpio tiro hacía el aro, puedo asegurar que escuche su risa a la distancia. Él se encontraba entre el público y no tenía ni idea de que yo era un jugador, tampoco que en los momentos de tensión debes permanecer callado, ni el efecto que sus gestos tenían sobre mi.
Fue... desastrozo.
El balón salió volando y huí, no quería quedarme allí y ver como arruinaba todo. Me bastaba con escuchar las maldiciones del público que nos apoyaba soltaba contra mí a varios pasillos de distancia.
Quería golpear mi cabeza contra un muro, porque soy tan débil que dejé que sus brazos me rodearan cuando me encontro tirado en el suelo.
Ni siquiera somos amigos.
Quiero que todo simplemente se detenga, mis errores, está extraña obsesión que he creado sobre él.
Ni siquiera es tan guapo.
Tiene el cabello oscuro hacía un lado y una sonrisa infantil con dos circulos marcándose profundo a cada lado de la misma, nadie puede eliminar el brillo que sus pequeños ojos portaban meintras relataba lo sorprendido que estaba por verme jugar.
Él dice que soy un idiota por haber perdido y no me siento mal, no, quiero volver a la pista y demostrarle que puedo hacerlo.
Esto está mal.
Porque acabo de fallar, pero no se siente de esa forma.
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