─ 편지 ❝abecedario❞

─ » I

Inseguro.

Que tiene poca o ninguna seguridad en sí mismo.

Changbin me pidió hablar con él luego de abandonarme por completo por Jisung, logrando sorprenderme y enojarme a la vez. No quería conversar, tampoco tocar el tema o que me saliera por el contrario con algo más. La sola idea de tener que estar cerca de él hacía que mi estomago se revolviera.

Pero, evadiendo mis propios deseos, acepté hacerlo. Porque al fin y al cabo, Changbin siempre había sido mi amigo y a diferencia de él se me era difícil ignorarlo. Pretender que alguien con quien estás involucrado de cualquier tipo de forma sentimental no existe es como fingir que no tienes un elefante encima del pecho, asfixiándote.

Caminamos juntos después de la escuela, como vieja costumbre de nuestros viernes aunque le pertenecieran a alguien más.

─ Le gustas a Jisung.

Si hubiera estado bebiendo un café o algo parecido, hace mucho hubiera terminado en el suelo. Como mencioné, no quería tocar el tema del chico, pero con aquella confesión no estaba tan seguro de que tanto quería evadirlo. Miré al que había sido mi mejor amigo por años, buscando algún indicio de que todo lo que dijo solo era una mentira, pero él me miraba de vuelta esperando alguna reacción de mi parte.

Sentía que me faltaba el aire en los pulmones, pero el síntoma de mi nerviosismo más notorio era como mis piernas dejaban de ser parte de mi cuerpo y, en cambio, parecía que estuviera flotando.

─ ¿De dónde sacas eso? ─Me cuesta articular algo con normalidad y mi voz salió más parecido a un grito de un gallo. No quiero que Changbin sepa que me importa, no quiero que nadie lo sepa, así que trato de lucir lo más desinteresado que puedo controlando mi expresión y haciéndola neutra.

 ─ Lo veo, es bastante evidente creo. ─Ni siquiera está seguro de lo que dice, ¿qué diablos pretende realmente? ─ Asumí que deberías saberlo, va a ser transferido a nuestra escuela y para evitarnos ratos incómodos.

¿Evitarnos ratos incómodos? Changbin debería estar consciente de que todo esto lo había creado él abandonándome, pero luego pretende que las cosas se arreglaran diciéndome sus sospechas y que yo me burle de ellas. No podía hacer eso, porque ni siquiera yo sabía de que forma me afectaba la noticia.

─ Supongo. 

Changbin me miró por un largo rato, esperando más de mí, pero no hice más nada que sostenerle la mirada y luego sonreír como si nada sucediese.

─¿Y?

─¿Y qué?

─¿No vas a invitarlo a salir? 

No podía evitar encarnar los ojos, estaba lejos de comprender a donde Changbin pretendía llevar las cosas.

─ Pensé que ustedes dos estaban saliendo. ─Digo en su lugar.

Él se encoge de hombros, quiero golpearlo mucho.

─ No puedes estar con alguien que quiere a otra persona. ─Hemos llegado a la calle de su hogar, así que nos detuvimos. No pretendo ir a su casa y no creo que él me quiera en ella. ─ Y menos, claro, cuando ésta es correspondida.

─ No dije que lo fuese.

Él bufa.

─ Te conozco mejor de lo que te conoces a ti mismo, Minho. ─Ni siquiera me conozco a mi mismo. ─ Le gustas. Te gusta. Se gustan. Deberías no ser tan inseguro y aceptarlo, de todas formas no es la parte más difícil de las cosas.

Changbin me dejó allí varado, girándose y caminando los pocos pasos debía tomar para llegar a su hogar.

Sí aceptar mis sentimientos no era lo difícil, entonces, ¿qué lo era?