Tú eres mi destinada

Capítulo 27

Hermione POV.

—Le dije elígeme, ¿Puedes creerlo? Prácticamente le pedí que me eligiera.— Le comenté a Rosmerta indignada quien parecía estar pasándosela bien con la nueva información de mi vida amorosa. Le había resumido meses en 30 minutos.

—Yo creo que es romántico.— Sonrío fingiendo limpiar la barra, Harry y Luna seguían en la mesa charlando, Pansy y Ron se habían ido hace un par de horas y Ginny con la, ahora feliz pareja de Theodore y Colín se encontraban jugando cartas cerca mío.

—¡No es romántico! Es horripilante, igual a un maldito libro de terror, todo está bien y luego ¡Bam! litros y litros de sangre.

—Está bien. —Replicó, muy condescendiente para mi gusto.— pero en los libros de terror siempre hay un personaje que va, enfrenta el problema y termina solucionándolo.— Me señaló con su trapo y se acercó a mi. —Eso me agrada en una persona.

—¡Le dije elígeme!

—Cuando le dices a alguien, te espero en tal lugar esta noche, ¿Qué tanto tiempo tiene que esperar?— Dejó ir Ginny mientras se acercaba a la barra, junto con el par de acaramelados que no quería ver.

—Es doloroso ver esto.— susurró Colin.

—Era doloroso hace una hora, ahora es patético.—Intentó susurrar el cabeza hueca de Theodore sin darle resultado.

Golpee el tarro de cerveza de mantequilla contra la madera de la barra, llamando su atención asustados.

—¿A quien le dices patética? ¿No eras tú el que hace unos días me suplicó hablar con su omega testarudo? ¿Qué clase de amigos son?

—¡Por Merlín, Hermione! ¿Estas ebria?—Harry se acercó a nosotros confundido y preocupado mientras que Luna los miraba acusadoramente.

No lo sé.

—No.

—¿Qué no se suponía que la estaban cuidando?— Les regañó el alfa mientras que Luna se acercaba a tocarme la frente como si estuviera enferma.

—¿De qué hablas Potter? Solo ha estado tomando cerveza de mantequilla.—Ginny me quitó el tarro de las manos y se lo acercó a la nariz para oler su contenido.

—¡Hey! Eso es mío.

—¡Hermione! ¿De donde has sacado alcohol? Esto casi huele a alcohol puro.

Me encogí sonriente de hombros mientras miraban curiosos y molestos a Rosmerta, quien solo se limitó a sonreirá divertida.

—Rosmerta, ¿De casualidad sabes porque la taza de Hermione apesta a Whisky de fuego?— La acusó la rubia, intentando sonar molesta, pero la verdad es que mis caras graciosas la estaban haciendo reír hace un rato.

—Me lo agradecerá en la noche, cuando duerma como bebé.

—¿Qué diablos les das a los bebés?— Un muy asustado Colín se acercaba a mi.

La campana sonó de nuevo, mientras que Neville, con cara de afligido nos miraba con lástima, y entre miradas cómplices supe que era hora de volver.

—¿Alguien sabe donde dejé mi abrigo?—Me bajé de la silla tambaleante, intentando mantenerme de pie, Harry se quitó su abrigo y lo pasó por mis hombros al tiempo que Luna me ayudaba a ponérmelo.

—¿Puedes subirte a mi espalda?

—Como un mono.— Dije mientras me intentaba subir a la espalda del azabache quien me tomó de las piernas para acomodarme, y entre tanto movimiento las nauseas llegaron a mi cuerpo.— Creo que voy a vomitar.