-Esta chica tiene un serio problema con el orden en la casa. Con el paso de los días, más- Dijo Marco con estrés mirando a todo lo largo y ancho del piso de Lerea-
-Que más da. Más de la mitad de los lobos de la manada tienen sus cosas desperdigadas por las habitaciones y nunca te quejas.-Espetó Luca distraído mientras buscaba al dichoso gato- A ver, se supone que ese gato debería haberse acostumbrado ya a nosotros. Siempre somos los que venimos a por él…pero cada vez se esconde mejor.
-No me gustan las peleas. Por eso no me molesto en quejarme de nuestros compañeros. A parte, son sus habitaciones. No la casa entera. Y ese gato me da grima. Parece que la piel se le esté derritiendo en lonchas. Totalmente negro y la casa completamente blanca. ¿No se supone que deberíamos haberle visto ya?.
-Ahí. –Señaló Luca triunfal hacia la estantería repleta de libros de fotografía-
-¿Quién va?- Respondió Marco
-A mí me tocó la última vez. Todo tuyo.-Sonrió Luca feliz de no tener que verse a zarpazos con el animal ese.
-Maldita sea. –Marco rodó los ojos- (Era consciente de que era su turno, solo esperaba que Luca no se acordase).
El gato bufó. Marco avanzó. El gato saltó directamente a su cara. Enfadado. Muy enfadado. Otra vez esos humanos con olor a perro habían venido a fastidiar. No se dejaría coger con facilidad. De eso nada. Arañó como si le fuera la vida en ello.
-¡Arghhhhh¡
-ajajajaj aj ajaj jaajajajaj –
Luca se lo estaba pasando de miedo
-Deja de reírte y ayúdame-
Marco tenía poca capacidad de aguante con los gatos. Y con éste, menos. Su cuerpo se tensó. Y temblaba violentamente. Iba a entrar en fase. Su lobo interno estaba tomando el mando. El gato, aterrado, saltó a las cortinas. Se enganchó. Luca mientras fue a cogerlo casi saltando por encima del sofá. Perla no quería bajar, pero se estaba escurriendo a todo lo largo de las cortinas.
-miau-Ahora les pedía ayuda-
-¡Maldito gato¡
Y con un último salto, Luca lo cogió en brazos antes de que se acabaran las cortinas, ahora decoradas con unos bonitos jirones. Y un lobo pelirrojo se encontraba en mitad del salón gruñendo a Perla.
-Oye, cálmate, solo son unos rasguñitos de nada.
Un gruñido salió del pecho de Marco mientras se abalanzaba como un loco a por el gato. Y Luca lo esquivó levantando al gato hacia un lado. Y Marco se estampó contra el armario, destrozándolo. Ya como humano, desnudo y con un dolor de cabeza importante, se le empezaron a caer uno a uno todos los libros de la estantería.
-Siempre te gana el temperamento. Deberías aprender a no entrar en fase con tanta facilidad. O acabarás en pelotas en mitad de Madrid cualquier día.
-Déjame en paz-
-Vamos a llamar a Kamal. Hay que comentarle lo de las cortinas.
-Y la estantería. Que no se te olvide la estantería.
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-¿Que va a pasar en 30 días?.
-La luna llena. Sale cada 28 días.
-Son 28. No 30.
-Los otros dos son por Axel.
-¿Quién es Axel?.
-Se presentará el solo.
-¿No quieres hablar de Axel?