Desde que tengo quince todo es igual, han pasado tres años pero nada ha cambiado en mi alrededor, tal vez no me gusten las mismas cosas que hace tres años, pero puedo decir que mi cama es la misma, no he cambiado mi forma de vestir, hasta he dejado de maquillarme y mis amigos no son los mismos, ni siquiera tengo. Sigo leyendo y escribiendo, aunque no he mejorado mucho en ello, el cielo es el mismo, aunque lo puedo apreciar más ya que en mis tardes lo veo. Le sigo teniendo miedo a los ratones, pero he aprendido a dormir sola, he aprendido más cosas de la vida y me doy cuenta escribiendo esto, he obtenido grandes experiencias, aunque pueda ser insignificante para los demás, aún aprendí a tener sensibilidad por las personas y lo que me rodea, porque entiendo que hace algún tiempo no me hubiera importando en lo más mínimo.
Se puede decir que he aprendido de la vida simple que llevo, que he crecido y me ha llevado este viento del destino a buen puerto.
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Recuerdos de una juventud mal vivida
Short StoryViví y muy mal, siempre con una nueva herida todo por no saber comprender la complejidad de la vida.