Capitulo 4

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NARRA Sandra Barneda

Cuando salí de la reunión llame a Nagore para ver dónde se hallaba ya que habíamos quedado en tomarnos un café por la tarde. No me respondía a las llamadas, y me comenzaba a poner nerviosa, para tranquilizarme me tumbé en el sofá a leer un libro e inconscientemente por el cansancio que llevaba encima me quedé dormida.

De repente me sacaron de mi sueño unos portazos en la puerta...

-¡¡Pero se puede saber quien es James!! Grite mientras iba hacia la puerta sobresaltada.

Para mi sorpresa tras la puerta me esperaba Nagore.

-Uuy la Barneda, llegando tarde a una cita ejem.

-Pero si no me has cogido el teléfono guapa, me había quedado dormida.

-Ala que bonito, mientras yo pensaba que te había pasado algo por tu falta. Y esa manera de recibirme tan seria ni un besitos ni nada-dijo mirándome desafiantemente.

-Ven aquí anda.

La rodee con mis brazos y comenzamos a besarnos con mucha pasión, hasta que nos separamos por falta de aire y me susurró al oído mmm como te he echado de menos.

Me separé de ella quedándome a centímetros de su boca mientras recuperaba aún el aliento.

-Con que me ha echado usted de menos.

-Gracias por romper este momento tan bonito preciosa.

-Para Bonita ya estas tu, no hemos pasado separadas ni 5 h, ¿ya me has echado de menos?

-Ay que si, me estas volviendo adicta a ti, eso es malo

-Las adicciones tienen también su parte buena.

Y volvimos a perdernos en nuestras bocas, una cosa llevó a la otra y acabamos en la cama expresando la  pasión que sentíamos  en forma de gemidos y placer.  Hasta que nos dimos cuenta de que eran las 7 de la tarde y no teníamos nada preparado.

-No es por interrumpir cariño, pero nuestro paseo de ha ido un poco a tomar vientos - dijo nagore desplegándose de las sabanas quedando al descubierto .

-Bueno eso se podría discutir, hemos echo cardio jajaja.

-La señora sería de telecinco tiene gracia y todo.

-Señorita primero, no estoy casada aún. Y si soy tan mayor como dices vete con una chavala más joven.

-Ni en mil vidas,  no te cambiaría por una más joven ni de coña. Te puedo decir sin ningún preámbulo que de verdad eres la mujer que más me ha puesto en este mundo, me pones muy mal Sandrita.

-¿Ah si? Con que te pongo muy mal-le dije seduciendo la con la mirada.

Se tapó la cara con la almohada para que no continuara nuestro contacto visual.

Le aparté las manos de la cara y vi que tenía una gran sonrisa.

-Si me miras con esos ojos así te juro que me voy a morir enserio, no puedo.

-No puedes conmigo.

-No-dijo mordiendose el labio.

Y volvimos a perdernos una vez más, ya perdí la cuenta de los orgasmos que llevábamos,  cada vez me hacía tocar el cielo y yo a ella con mayor intensidad.

Era de noche ya cuando decidimos que íbamos a comer algo, cenamos rápidamente con cosas que tenía en la nevera y Nagore se tuvo que ir porque tenía a la mñana siguiente que hacer un par de mandados y yo aprovecharía para escribir.

El momento es ahora (Sangore)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora