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Ya era día domingo y Teresa decidió despertarse un poco más tarde porque no trabajaba ese día. Estaba nerviosa, era el día de la cita con Lucas; no sabía que ponerse, no sabía cómo actuar, no sabía si iba a dar aquel paso.

Estaba totalmente confundida, temía a que Lucas volviera a ser el mismo de antes, pero estaba segura que el si había cambiado.

Estaba confundida porque a pesar de que había vivido seis años con Lucas era la primera vez que se sentía de esa manera, con tanta emoción, con tantos nervios; quizás eso pasaba porque aunque ellos hubieran vivido tanto tiempo juntos nunca se dieron la oportunidad de vivir su noviazgo.

El celular de Teresa vibró y al ver de quien se trataba se llenó de nervios.

Lucas Ortiz:
Buenos días princesa, ¿cómo dormiste?

Teresa.
Excelente, logre descansar. ¿Y tú?

Lucas Ortiz:
Excelente, aunque yo no pude descansar.

Teresa.
Huh, ¿por qué?

Lucas Ortiz:
Me tiene nervioso la idea de salir contigo.

Teresa.
¿Salir conmigo? ¡Ah cierto! Ni lo recordaba.

Lucas Ortiz:
Teresa, no te hagas la dura.

Teresa.
No me hago la dura jajaja, solo no lo recordaba. ¿A que hora pasas por mi?

Lucas Ortiz:
Veo que estás ansiosa. Apenas son las 9 de la mañana.

Teresa.
Solo quería saber.

Lucas Ortiz:
Te busco a las 10:30

Teresa.
Veo que el ansioso es otro...

Lucas Ortiz:
Me descubriste. Bien, te dejo para que te alistes.

Teresa.
Vale.

  Teresa ya había terminado de arreglarse y los nervios los tenía de punta; Lucas llegó por ella y comenzaron su cita. Fueron a un pequeño restaurant de comida china y almorzaron una deliciosa pasta; luego fueron a caminar, charlaban de diversas cosas y se pusieron al día sobre los acontecimientos ocurridos en aquellos cuatro meses que tenían separados.

Fueron a una feria y fue alucinante, comieron helados, algodón de azúcar e incluso bailaron algunas piezas de música romántica. Muy cliché todo, excepto por algo, ¡no hubo beso!
Lucas le rogaba a Teresa pero ella no quería; obviamente  estaba loca por hacerlo pero decidió controlarse, no quería caer tan rápido.

Finalmente, Lucas dejó a Teresa afuera de la joyería y era momento de despedirse, el intentó besarla pero nuevamente fue un intento fallido.

  Lucas se retiró y Teresa se adentró en la tienda que aún seguía abierta, saludo a Pedro quien tenía la vista clavada en su celular y prácticamente la ignoró, ella se fue a su habitación a ducharse y mientras se vestía escuchó la voz de Pedro indicándole que lo suplantara un momento en la tienda mientras él iba al baño y ella hizo lo indicado y se dirigió a la tienda.

No obstante, el número de personas en la tienda era muy bajo o mejor dicho no había absolutamente nadie y Pedro ya se había tardado mucho rato en el baño por lo cual Teresa optó por cerrar la joyería; al girar el pequeño cartel que indicara que la tienda ya estaba cerrada se sentó en una silla y comenzó a revisar su celular.

Más fuerte que las adversidades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora