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  Nuevamente, Teresa se encontraba en la tienda; se sentía avergonzada por lo sucedido anteriormente y dolida por lo que había visto horas atrás. Por lo cual, decidió enviarle un mensaje a Lucas.

Teresa.
Hey.

Lucas Ortiz:
Hola mi princesa.

Teresa.
¿Cómo estás? ¿Qué has hecho hoy?

Lucas Ortiz:
Estoy bien. Pase por la joyería y estaba cerrado y seguí mi camino.

Teresa:
Mmm, me alegra. ¿Y por qué no esperaste que abriera la tienda?

Lucas Ortiz:
No, iba muy apurado.

Teresa.
Ah, ok.

Lucas Ortiz:
¿No quieres hablar conmigo?

Teresa.
En estos momentos estoy muy ocupada, hablamos luego, adiós.

Luego, Teresa apagó su celular furiosa, el era un mentiroso. Ella lo había visto con aquella chica; no sabía con exactitud si estaban solo charlando ó haciendo algo más, al parecer ella había llegado tarde a ver esa escena.

Ella no quería saber nada de Lucas, ni siquiera tuvo el descaro de pensar en que ella lo podía ver, y tampoco le pidió disculpas.

  Más tarde, dos o tres horas habían pasado cuando entró Adler a la joyería diciéndole a Teresa que fuera a la panadería a comprar unas galletas y unos panes y él la suplantaba, que era orden de Pedro y ella cedió tediosamente.

Sin embargo, sirvió de algo salir de aquella joyería un momento; se distrajo la mente un poco y dejó de pensar en él mentiroso pero adorado Lucas.

Al llegar a la tienda consiguió a Adler en donde lo había dejado, a diferencia que había una carta arriba de la vitrina de vidrio.

—Aquí está—, dice Teresa dejando la bolsa con los panes y galletas arriba de la vitrina.

—Gracias, muy amable—, dice el dándole un apretón en la mejilla a Teresa— Oh, se me olvidaba. Esto es para ti.— dice tomando la carta y entregándosela a Teresa.

—¡Oh! Gracias—, dice sorprendida—¿quien es el emisor?

—No lo se, pero te puedo decir que a ese chico se le nota que le gustas mucho.

Rápidamente, Teresa comenzó a reír, pensó en Lucas y en sus ocurrencias y la rabia que había en ella se desvaneció como humo en el aire.

—¡No! ¡No la leas!—, grito Adler cuando Teresa estaba apunto de leer la carta haciéndola sobresaltar— Ya sabes, no quiero ver tu cara de boba enamorada al leerla, ni tampoco quiero escuchar las cursilerías que dice. A ese chico realmente le gustas, tanto que me da escalofríos. Por favor, deja primero que me vaya.

—¿y que esperas? Vete de aquí— dice ella cortante.

—No es necesario que seas tan grosera. No sé si lo has notado, pero tengo casi dos meses conociéndote. Por si lo olvidas.

—Por si no lo habías notado, tengo casi dos meses soportándote. Así que por favor, vete— dice ella haciéndole un ademán para que se fuera y ella pudiera leer la carta.

  Después, Adler salió rápidamente y ella desdobló la carta para leer lo que estaba escrito en ella.

De: Tu mayor admirador.
Para: Teresa.

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⏰ Última actualización: Aug 03, 2021 ⏰

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