Amanecí con un fuerte olor a café en mi sala de estar, y descubrí que estaba acostada en el sofá. No era posible, estaba sola este fin de semana. ¡Oh, Zack! Me había quedado dormida durante nuestra maratón de Pretty Little Liars. Me levanté y rápidamente me lavé los dientes. No había nada que me perturbe más que el aliento matinal. De hecho, sí había algo, ¡que las personas me hablen con aliento matinal! Cuando bajé las escaleras me encontré con Zack bebiendo café en la mesa. ¿Por qué se había quedado a dormir aquí? No estaba segura de cómo me sentía al respecto. Seguramente él también se había quedado dormido, no creo que Pretty Little Liars sea su serie preferida.
-¡Era hora!-bromeó-iba a hacerte el desayuno pero no estaba seguro de qué desayunas, ya que las personas normales suelen desayunar café.
-No desayuno-sonreí-y mi sarcasmo no es bueno en la mañana.
-Tampoco durante el resto del día, descuida.-se rió y sonreí.
-Cállate. Así que, ¿qué pasó con Daisy Hamilton? ¿Siquiera la invitaste o tu plan siempre fue sorprenderme mientras estaba en pijama y despeinada?
-No, no la invité, y ese no era mi plan, pero ya sabes, no podía aparecer sin cita, tengo una reputación, eras mi plan B.-rió.
-No parecías pensar igual ayer en la noche cuando pulsaste play en el episodio número 11 mientras decías que ese era el último por tercera vez.
-No puedes culparme, terminan con suspenso.-se defendió.
Me senté en la mesa mientras desbloqueaba mi móvil.
Yo: Hey Eth, ¿cómo estuvo el baile?
-Paige...-me llamó Zack.
-¿Qué?
-Me gustas. Sabes eso, ¿no es así?
-Sí, lo sé, y también sé que esta amistad esta pendiendo de un hilo constantemente. Siempre se encuentra intentando no traspasar el límite de amigos a algo más. Creo que deberíamos aclarar eso.
-Qué alivio que lo mencionaras. Realmente no quiero que seamos amigos.
Apoyó su mano sobre la mía pero la aparté. No era eso a lo que me refería.
-Oh, bueno, verás, no estoy lista para que seamos algo más. Por empezar, puedes decir todas las cosas adorables del mundo pero no confío completamente en ti. Sin ofender, pero tiene un historial. Y tienes que admitir que es sospechoso que de repente prefieras una maratón de dramas adolescentes a un baile escolar que es literalmente tu territorio. Entiendo si esto de la amistad te confunde y quieres terminarlo, aunque debes saber que eso me deprimiría bastante, eres atento y divertido y siempre me salvas de quedarme sola, pero si esta amistad te esta afectando, respeto lo que quieras hacer.
En un principio noté confusión en su mirada. Luego decepción. Y al final estaba disimulando tristeza.
-No, está bien, podemos seguir siendo amigos. Pero, podemos salir con otras personas, ¿verdad?-preguntó.
-Sí, claro que sí.-dije restándole importancia.
-De acuerdo, tengo que irme, te mensajeo más tarde, ¡adiós!-respondió y se fue.
Por supuesto, subí a mi habitación y seguí durmiendo.
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Ethan llegó unos minutos temprano esa mañana. Y, para mí sorpresa, estaba sin Brooke.
-Hey! ¿Dónde esta Brooke?-pregunté mientras me subía a la camioneta.
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Bad Blood
Novela Juvenil;-No sé que estés buscando...pero esto -señale con el dedo el espacio entre él y yo- no va a pasar. Nunca.; Y es que en realidad, yo no salía con chicos, ni iba a fiestas, ni me divertía de forma salvaje. Solo quería sobrevivir a la secundaria. Pero...