-Hola cariño.-me dijo mi madre sonriéndo.
Bajé la vista y descubrí que estaba usando una bata de hospital. Y acostada en una camilla. Estaba en el hospital. Ahora que lo pienso, si recuerdo no poder respirar.
-¿Qué me ha pasado?-pregunté porque quería ponerle un nombre a mi crisis anterior.
-Has tenido un ataque de pánico, pero con la medicación adecuada lo tenemos bajo control. Aunque, me gustaría saber el motivo de ese ataque...
¿Qué le diría? Mi madre no sabía sobre Zack...Oh, podría decirle la parte sobre mi padre.
-Uh, he tenido una pelea con Ethan, y papá me ha llamado para avisarme que no vendrá las dos semanas de siempre. Supongo que eso lo causó.
-¿Es por el tiempo que pasas sola? ¿Eso no te agrada? Pensé que te gustaba, siempre me has dicho que no era un problema la soledad.
-No, no lo es. Me gusta estar sola, pero no me gusta que las personas importantes en mi vida me abandonen, aunque debería estar acostumbrada...
-No digas eso, linda. Siempre estaré para ti. Sé que a veces trabajo más de lo que te gustaría, pero eres mi prioridad. Sólo debes llamarme si no estoy, no tardaré nada en llegar.
-Lo sé.-le dije y sonreí. Por algún motivo me hacía sentir bien. Podía trabajar 12 horas al día, pero después de todo, era mi madre. Y era lo único que tenía.
-Bien, tienes múltiples visitas, señorita popularidad.-Ambas reímos, de alguna parte heredaba mi sentido del humor.
Mi madre salió por la puerta y al instante Ethan entró. No, Ethan acompañado de un oso gigante entró. Qué verguenza. La chica de la habitación con el oso gigante. Aunque extrañaba tanto a Ethan que no me importaba en absoluto y sonreí ampliamente.
Ambos abrimos la boca para comenzar a hablar pero Ethan se señaló indicando que iría primero.
-De acuerdo, fui un idiota. No, fui un completo idiota. Te cambié a ti, que eres la mejor amiga que alguien posiblemente podría tener, por Brooke, que se aburrió de mi y rompió conmigo, para irse de fiesta ese fin de semana y acostarse con el completo idiota de Zack, a quien por cierto, pienso partirle la cara cuando lo vea. Lo siento, P. Estas semanas han sido imposibles sin ti. Sin tus chistes ni tu sarcasmo. ¿Podemos volver a ser mejores amigos?
En respuesta le di un abrazo, no era el tipo de persona fanática de abrazar, pero el abrazo de Ethan me hizo bien.
-¿Cómo es que Brooke se aburrió de ti? ¿Le contaste el chiste sobre las nubes? ¡Ese nunca falla!-bromeé y los dos reímos.
Ethan se quedó un rato, miramos televisión, nos pusimos al tanto de lo que nos había pasado en esas semanas, y le expliqué detalladamente mi pelea con Zack.
-¿Quieres que lo golpee? Puedo golpearlo. Quiero hacerlo.-preguntó.
-Eth, eres simpático y divertido pero no estoy segura de quien ganaría. Y por no estoy segura me refiero a que estoy segura de que no serías tú, ¡y no quiero que tú también termines en el hospital!
-Podríamos compartir habitación...-bromeó Ethan.
-Sí, sería como una pijamada. Aunque mamá me ha dicho que me iré a casa esta noche, así que siento arruinar tu plan.
De repente la puerta se abrió y Jake asomó su cabeza.
-Hey, ¿puedo pasar?
Ethan me miró y asentí.
-Oh, sí, yo me estaba yendo de todas formas...estaré en la cafetería P.-dijo Ethan.
-¿Cómo estás?-me preguntó Jake mientras se sentaba junto a mí.
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Bad Blood
Teen Fiction;-No sé que estés buscando...pero esto -señale con el dedo el espacio entre él y yo- no va a pasar. Nunca.; Y es que en realidad, yo no salía con chicos, ni iba a fiestas, ni me divertía de forma salvaje. Solo quería sobrevivir a la secundaria. Pero...