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Cuando miré el reloj decidí que ya era considerablemente tarde, abrí mi armario y, para mi sorpresa, me costó un poco elegir un atuendo. Como no frecuentaba esas fiestas, no sabía qué ponerme, ni tampoco qué hacer allí, ni cómo bailar. Estaba a punto de entrar en crisis cuando mamá abrió la puerta. No era necesario que le explique nada, ella sabía lo que me estaba ocurriendo. Me ayudó a elegir, y me decidí por una colorida falda con dibujo tribales, que resulto quedarme más ajustada de lo que pretendía, y un top negro, pensé que estaba mostrando demasiada piel así que lo cubrí con un chaleco de jean. Me puse unos zapatos altos y dejé que mamá haga una linea sobre mis ojos, ya que resaltaba bastante el verde de estos. Estuve a punto de rizar mi cabello, pero decidí que no valía mi tiempo, entonces lo peiné un poco y quedo lacio, pero con su volumen natural, <qué más da> pensé.

Cuando mi madre me dejó en la enorme casa de Brooke tardé unos minutos en tocar el timbre. ¿Y si estaba mal vestida? ¿Y si todos se burlaban de mi? Al fin y al cabo, que no quisiera relacionarme con ellos no significaba que quería ser motivo de burla. Llamé a la puerta antes de que cambiara de opinión y allí estaba Brooke, impecable como siempre, en un corto vestido negro, y támbaleandose un poco.

-¡Has venido!-exclamó con un poco mas de entusiasmo del que debería. Culpo al alcohol.

-Sí, aunque estoy empezando a arrepentirme. ¿Estoy bien vestida? Por favor dime que sí.-Descubrí que me importaba un poco más de lo que debería, pero cuando Brooke río y asintió, suspiré.

-Bien vamos a conseguirle un trago a mi prima preferida.-Brooke me tomó de la mano y me condujo adentro, ¿debería beber alcohol? Ugh, odiaba ser tan indecisa. Tenía curiosidad pero, qué pensaría mi madre si vuelvo a casa en ese estado...Bueno, supongo que podría quedarme a dormir en casa de Brooke, le escribí a mi madre un mensaje diciéndole que dormiría en casa de mi prima y cuando Brooke me tendió un vaso de plástico lo acepté.

Antes de probarlo me fui a sentar, en lo que decidí que sería mi lugar durante el resto de la fiesta. Probé un sorbo del vaso y arrugué la nariz. Tenía un sabor terrible. Lo dejé en la mesa y decidí que no iba a beber más. Saqué mi móvil y busqué el número de Ethan, entonces le envié una foto mía con el vaso y debajo le envié emojis con bebidas alcóholicas. Lo haría reír.

Ethan: Estás bebiendo??

Yo: Sí, no te imaginas, voy por mi sexto vaso!

Ethan: Ja ja ja, eres tan divertida.

Yo: Basta. Diviérteme!!! 


Ethan me envió una foto suya mordiendo un tenedor, solté una risa cuando de repente sentí un líquido frío caer en mis piernas, y un gritito -del cual no estoy orgullosa- se me escapó. 

-Mierda, perdón.-Levanté la mirada con una expresión furiosa y lo reconocí. Era uno de los chicos más populares de nuestra clase, y era -por supuesto- increíblemente atractivo.

-Deberías tener mas cuidado.-Dije con la voz más intimidante que conseguí, mientras me levantaba para ir a limpiarme.

Cuando me levanté me di cuenta de que detrás de él había una hermosa morena, con un cuerpo espectacular y un lacio cabello hasta la cintura, la morena lo estaba agarrando de la cintura, y él tenía los labios del mismo color que ella. Me tomó un segundo entender lo que pasaba. Se estaba besándo con ella, y cuando se sentaron en la mesa mi vaso cayó, oportunamente, sobre mí. Ahora estaba aún más furiosa.

-Bueno, ¿quién va a una fiesta a quedarse sentado con su móvil? Creo que lo merecías.-respondió alzando las cejas.

Yo no era tímida. Ni tenía vergüenza de discutir. No tenía interés en hablar con ese tipo de gente, pero no me iba a quedar callada mientras me buscaba.

Bad BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora