Entré a mi cuarto y encontré a Brooke, sentada en la punta de mi cama. Brooke era una de esas chicas a las que todos adoraban, graciosa, simpática, con el perfecto cabello largo y rubio y los ojos mas azules que alguien haya visto. Los chicos querían estar con ella, y las chicas querían ser ella. Cuando abrí la puerta y la vi, pregunté:
-¿Qué estas haciendo aquí?
-Esperándote a ti, tonta -Brooke sonrió- como ya sabes mañana es mi cumpleaños, y hoy organicé una fiesta, y mi prima favorita, por supuesto, debe asistir.
-Soy tu única prima.
-No cambies el tema. Ya sé que el rollo de las fiestas de secundaria no va contigo pero... ¿podrias hacerlo por mi?-dijo poniendo la misma cara que ponía cuando teniamos 7 y quería que su padre le compre un helado. Y funcionaba. Y también funciona conmigo. Brooke realmente debería dedicarse a las ventas.
-No, no, no. No me gustan las fiestas. Me aburren. Además, nadie me conoce allí. No tendría con quien hablar, y estaría sentada y sola. Prefiero estar sentada y sola sobre mi cama mientras leo un libro.
-Hablarás conmigo-insistió emocionada, y volvio a hacer su tradicional cara de convicción.
-Claro, hablaré con la anfitriona rodeada de sus amigos, que pasará la fiesta bailando y divirtiendose junto a ellos.
-Bueno, puedes llevar tu libro.
-Brooke, que no vaya a las fiestas no significa que quiera convertirme en la diversión de los chicos populares. No voy a ir a que se burlen de mi. De ninguna manera.
-Paige, nadie va a burlarse de ti, no voy a permitirlo, y te vas a divertir, lo prometo, solamente esta vez, por favor, por favor, por favor- dijo mientras juntaba las manos.
-Ugh, está bien, pero puedo irme cuando yo quiera. Lo digo en serio.
-¡Si! ¡Trato hecho! Ahora vamos a buscar un vestido para que te pongas, quizás puedas usar algo mio porque...
-No-la interrumpí- yo elijo lo que voy a usar, después de todo, voy a ir a una fiesta de secundaria.
-Eh, si, de acuerdo, como quieras, ahora me voy a ir antes de que cambies de opinión, adiós te amooo-dijo mientras cerraba la puerta a toda prisa.
Genial. Iba a perder una noche de viernes. Decidí que no la iba a perder yo sola, y saqué mi teléfono.
-Tú, yo, una fiesta en casa de Brooke, ¿qué opinas?
-¿Estás drogada?-me preguntó Ethan. Estoy segura de que es lo último que esperaba que le dijera.
-No, pero Brooke hizo su cara y me convenció, y no quiero sufrir sola, ¿por favor?
-Esa chica tiene que dedicarse a las ventas.-Aunque no me vea, sonreí. Por algo Ethan era mi mejor amigo. Pensabamos igual.
-Lo sé, ¿vas a acompañarme entonces?
-P, por mucho que quisiera, aunque no es el caso, no puedo ir. Mi hermano vino a casa de visita, y ya que condujo todo el camino desde la universidad, vamos a ir a cenar.
-No sé cual de los dos pasará una noche más terrible, suerte!
-Ja, definitivamente tú. Suerte para ti también.
-Gracias-le dije, y corté.
Doblemente genial. Ahora tendría que ir sola a esa maldita fiesta.
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Bad Blood
Teen Fiction;-No sé que estés buscando...pero esto -señale con el dedo el espacio entre él y yo- no va a pasar. Nunca.; Y es que en realidad, yo no salía con chicos, ni iba a fiestas, ni me divertía de forma salvaje. Solo quería sobrevivir a la secundaria. Pero...