Fue aqui donde todo comenzó, aquella historia que perduró a traves del tiempo y que es conocida entre los reinos del bien y el mal.
Aquella historia llena de amor y dolor entre dos seres que se encontraron en los límites de ambos reinos.
= Quién dir...
"Cada santo tiene un pecado... y todo pecador tiene un futuro"
-.Oscar Wilde.-
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Un cuerpo inerte cayó al suelo haciendo callar a los presentes, con temor, vieron la cabeza de su compañero rodar lejos de sus pies.
.- ¿¡DÓNDE MIERDA ESTÁ EL IMBÉCIL DE IKUSTAK!?- gritó molesto el demonio de cabellos celestes frente a sus guerreros.
.-N-no lo sabemos señor Arumot.- respondió uno con temor.- debe estar jugando como siempre con los pecadores en las...-
.- ¡PUES VAYAN Y TRAIGAN A ESE BASTARDO AQUÍ!-
.- ¡S-SI SEÑOR!- Sin esperar, los seres demoniacos se dispersaron para buscar al joven de cabellos cenizos, aquel que se ganó un lugar privilegiado en el infierno por sus acciones.
.- Imbécil.- gruñó Arumot mientras se rascaba con insistencia su cuello y regresaba molesto a sus aposentos.- ya verás cuando te encuentre maldito ángel inservible.-
.-mmm~ parece que tu juguete favorito se perdió.- el peliceleste detuvo sus pasos cuando escuchó aquella burlona voz.- ¿será que ya no satisfaces al pequeño Ikustak como antes y por eso se escapa con los pecadores a jugar?-
.-Tsk, deja de decir estupideces Okimih.- cansado, dirigió su mirada rojiza a la rubia con coletas en el cabello quien yacía sentada en una roca, mostrando sus blancos colmillos en esa sonrisa de psicópata.- ¿por qué no te metes en tus propios asuntos, perra?.-
.-Uy ~ ¿te molesta que te diga la verdad?- la mujer se puso de pie, poco a poco se acercó y se recargó sobre sus hombros.- si tan solo me hubieras prestado a tu pequeño juguete Ikustak, este no se hubiera escapado a las tierras celestiales a escondidas~.-
.- ¿¡QUE HIZO QUÉ?!.- la tierra tembló provocando que los pocos seres demoniacos en los alrededores guardaran silencio.
.- ¿No lo sabias? ups...- expresó con falsa inocencia mientras trataba de aguantar su risa ante la expresión llena de ira del contrario. – parece que el pequeño cachorro ya se siente lo suficientemente grande como para desobedecer tus ordenes en el infierno, Arumot.-
El ambiente alrededor del peliceleste se puso pesado, las almas oscuras empezaron a temblar al sentir la energía demoniaca que desprendía de su cuerpo.
.- ¡Maldito hijo de perra!- dio media vuelta y caminó con dirección a los límites de las tierras infernales.- ¡traeré a ese bastardo y le haré sufrir hasta que me suplique matarlo!-
.- ¿No crees que si se encuentra con él? ... ¿regresará con su verdadero dueño al recordar su pasado?- Arumot detuvo sus pasos, con sus ojos inyectados de sangre miró el rostro sonriente de la rubia quien no se inmutó por su estado.- si tu querido y lindo hermanito lo ve, estoy segura que hará hasta lo imposible para expiarlo de toda culpa y mantenerlo así junto a él en el cie...-
