Capítulo 8.- Aquella vieja promesa...

924 151 17
                                    

"No te preocupes Ukuzi, yo pienso que eres el mejor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"No te preocupes Ukuzi, yo pienso que eres el mejor... hasta pienso que eres mejor que cualquiera de los que están aquí presentes"

Ukuzi tenía que apresurarse.

"Aun si te alejan de mi lado, trataré por todos los medios volverte a ver, te visitaré a escondidas aun si me dan un castigo por eso"

Aquel rostro despreocupado y sonriente se hizo presente en su mente, dándole como siempre, aquella confianza y calidez que siempre buscaba cuando lo miraba.

"Vamos hermano, sabes que siempre estaré a tu lado"

.-Oirim...- susurró con dolor. Ukuzi sabía que tenía que llegar a tiempo para salvar a su hermano de aquel injusto castigo provocado por sus errores.- resiste por favor...-

A pesar de haber sido un candidato para ser el próximo pilar de las tierras celestiales y poseer una increíble fuerza, Oirim ya no era un ángel invencible. Al no ser elegido como sucesor, el cuerpo físico de los expilares empiezan a cambiar, desarrollándose de igual forma como los demás y viviendo el lapso del crecimiento de acuerdo a las experiencias y vivencias vividas, perdiendo aquella juventud y fortaleza que les fue otorgada al nacer para prepararlos en su difícil prueba.

Oirim no era capaz de aguantar aquella inmensa carga contra aquellos seres demoniacos él solo, sobre todo por un día completo, Oirim necesitaba el apoyo de sus guerreros para enfrentarlos.

.- ¡UKUZI, MALDICIÓN! ... ¡ESPERA! -

Sin olvidar que también, necesitaba el apoyo del pilar para recolectar aquellas almas perdidas y darles el descanso que merecían, evitando que estas criaturas se volvieran a regenerar.

.- ¡UKUZIIIIII!-

.- "Hermano, hermano... aguanta por favor"- perdido en sus pensamientos e ignorando completamente los llamados de Ikustak, Ukuzi liberó su poder... olvidándose completamente de aquellas heridas que Ikamat había sanado ligeramente.

Oirim necesitaba su presencia, sino... su alma podría caer ante el cansancio y ser devorados por una de estas criaturas.

.- ¡VAMOS, VAMOS!- gritó el peliverde mientras los rayos verdes lo envolvían, dejando a su paso, un ligero rastro de sangre ante las heridas que se abrían al no poder contener su poder.- ¡TENGO QUE LLEGAR!-

.- ¡UKUZI!, ¡REGRESA!- Ikustak gritó por última vez antes de que la zona fuera cubierta por una intensa luz cegando su vista en el proceso.- ¡ARGH, Maldición!- replicó con un gruñido mientras cubría con el brazo sus ojos.

Fueron solo unos segundos que duró, esta al desaparecer dejo ver pequeños rayos verdes que marcaban el camino por donde Ukuzi se había marchado.

.-Mierda, mierda, mierda... no...- susurró desesperado al ver que el peliverde había desaparecido de su vista.

.- ¡Ikustak, hermano... espera!- gritó a lo lejos Amihsirik mientras llegaba a su lado.- ¡no debiste de haber reaccionado así! ¿Qué pasaría si otro ángel te ve y e informa a los del consejo sobre tu...?.-

《 Origen 》Katsudeku (ACTIVA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora