El día en Seattle era nublado, apenas y llovía, pero el aire era un tanto fresco, Leah recibía la brisa en su rostro mientras conducía hasta su trabajo. Al llegar al edificio, dejó su camioneta en el estacionamiento y se adentro hasta un ascensor que la llevaba todos los días por las mañanas a su piso. Las puertas de metal se abrieron y la castaña entro al lugar, muchas caras le sonreian otras sólo le mostraban una mirada sería y analizadora. Sin tomar importancia, camino hasta su oficina, se adentro en ella y tomó asiento frente a su escritorio.
- Buenos días, Lee- saludo Megan a su amiga de oficina
- Buenos días, Meg- regresó el gesto sin despegar la vista de su computadora
- Te ves cansada, ¿Has dormido algo?- pregunto la pelinegra sentándose en la silla frente a su amiga
- Keanu me pidio editar un artículo de revista, sabes como es de exigente- respondió Leah bufando por lo bajo
- Y tu sabes que te pide eso a ti, porque te considera la mejor, es por eso que estas en este puesto- explicó Megan mientras encogía sus hombros lentamente
- Aveces no es tan bueno ser la mejor, sobre todo cuando terminan haciendo que odies tu empleo- confesó Leah mirando a su amiga
- Te dejaré para que termines, te veo después, Lee- se levanta sin decir más y sale de la oficina
Leah amaba su trabajo, era un sueño trabajar como editora de una de las revistas más famosas en todo el mundo, pero el trabajo se había vuelto agobiante. En ocasiones la castaña ni siquiera salía del edificio por tener que terminar algún trabajo. Es por eso que ya no le entusiasmaba tanto como en un inicio, aunque no podía quejarse de la paga.
- Leah, ¿Cómo está mi escritora estrella?- pregunto Keanu entrando a la oficina de la mencionada
- Esta muy bien, gracias por preguntar- respondió la chica con una sonrisa falsa
- Sólo venia a recordarte que el artículo tiene que estas listo para mañana temprano- informó el hombre sin gesto alguno
- ¿Mañana temprano? Keanu, dijiste que tenía una semana, apenas y pasaron tres- cuestino Leah con el ceño fruncido
- Son órdenes del cliente, quiere que lo pongamos en circulación de inmediato- dice el hombre mientras arreglaba las mangas de su sacó
- Bien, estara listo para mañana- afirmó la castaña con una mirada sería hacia la computadora
Keanu salió de la oficina, dejando un ambiente de enojo. Sin más demora Leah comenzó a escribir el artículo tan solicitado, lo único que se escuchaba en su oficina eran sus dedos tecleando. El día paso más que rápido, reviso su teléfono y marcaban las 10 de la noche, para su suerte había terminado el artículo de la revista, dejó por un momento de lado el trabajo, se levantó para darse un estirón y abrio la puerta para percatarse de que ya no había nadie.
Regreso a su silla y antes de tomar sus cosas para irse, miro su computadora y se adentro en su carpeta de correos, era un tanto distraída, por eso es que revisaba su correo cada cierto plazo de tiempo. Cuando pensó que no había nada importante que ver, su mirada se poso en uno que tenía un destinatario algo peculiar.- "Bienes raíces"- susurro Leah para si misma
Dio un clic con el mouse, al abrir el correo no demoró mucho en leerlo, este mencionaba algo sobre una propiedad en Dallas, Texas, la cual ella no conocía. Abajo estába agregada una fotografía del lugar, la abrió para poder observar una casa con un aspecto rústico. Había más fotos, una era de un establo y la otra de un terreno muy largo. Aún sin saber que pensar, Leah tomo el teléfono y llamo a su madre, talvez ella sabia algo, aun con esperanza de que respondiera, la mujer no lo hizo. La castaña guardo su teléfono y dejo salir un buen bostezo, haberse distraído había hecho que su agotamiento interno saliera.
Tomo su celular y las llaves de su camioneta, salió de la oficina y se adentro en el ascensor.|...|
La mañana se había hecho presente, Leah se levantó de la cama al escuchar el sonido de su alarma, está vez se sentía más descansada, había logrado dormir más horas que en los últimos días. Se dio una ducha con rapidez y se cambió con algo formal, pero ligero. Salió de su departamento y subió a su auto, conducía por la ciudad, cuando se detuvo en un semáforo se percató de que tenía una llamada perdida de su madre y muchas mas de Megan.
Ella optó por llamar primero a su madre, el teléfono sono por unos segundos, hasta que respondió.- Buenos días, mamá- saludo Leah
- ¿Qué tienen de buenos, Cariño?- pregunto en un tono de estrés
- Bebiste, ¿Verdad?- pregunto la castaña girando sus ojos
- ¿Me llamaste para darme un sermón?- pregunto la madre, ahora en un tono molesto
- No, sólo quería saber si sabes algo sobre un terreno en Texas- comentó Leah con esperanza de que su madre supiera algo
- Se mas específica, niña- pidió la mujer con enojo
- Un rancho, en Dallas, Texas- modificó la castaña, mientras comenzaba a conducir
- ¿Porque preguntas eso?- cuestino la mujer
- Me enviaron un correo, pero por tu pregunta, algo me dice que tu sabes algo
- No se como te contactaron, pero no debías de enterarte- informó la madre
- ¿Enterarme de que?- pregunto mirando al frente con seriedad
- Tu abuelo murió hace un año- respondió la mujer sin importancia
- ¡¿Qué?!- pregunto Leah con molestia- ¿Porque no me dijiste nada?
- No quería que fueras a esas tierras, verías a tu padre y no puedo permitirlo- confesó la mujer
- ¿Y porque me contactaron a mi?- pregunto la castaña cambiando el tema para evitar una pelea
- El te dejo como la dueña de ese terreno, al igual que a tu padre- respondió su madre en un tono pensativo- Aunque si te contactaron debe de ser por algo y tú padre ya debe de estar muerto también
- Eres una mujer muy desagradable- expresó sin más y colgó
Su madre no era una mujer amable, sólo de vez en cuando, si es que necesitaba dinero o un favor de su única hija.
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Texas love | Jeffrey Dean Morgan © (#1)
Romance𝑇𝑒𝑥𝑎𝑠 𝐿𝑜𝑣𝑒 || "Un amor vaquero es todo lo que Leah necesita en su vida. Sólo que las circunstancias serán un tobogán de emociones". 《Primer libro de la Saga Texas Cowboys》 Fecha de creación: 30/10/2020 Fecha de publicación: 21/11/2020 Fecha...