Texas love | Jeffrey Dean Morgan © (#1)

ᴇᴘɪʟᴏɢᴏ

Un par de meses después. Leah y Jeffrey se encontraban viviendo en la propiedad Morgan, a excepcion de que todos los días vistaban a Pierce.
La castaña se levantó algo tarde, el hecho de estar embaraza hacia que no quisiera levantarse temprano. Tenía ya 9 meses y no sabía cuando llegaría su bebé. Durante la noticia de su embarazo, todos la cuidaron como a un cristal. A donde fuera alguien tenía que ir con ella.
Pues tal parecía que Jeffrey quería que su esposa y su pequeño estuvieran bien.
Leah bajo a la cocina, moría de hambre. Se preparó un sándwich y salio de la casa.

- ¿Dónde están todos?- cuestionó para si misma

Era algo extraño que nadie estuviera con ella. Auqnue lo más probable es que Millie estuviera con Jace, Camila con Tom y Jeffrey con sus trabajadores revisando el ganado.
Leah sonrió levemente ya que tenia un momento se libertad. Entro a la casa y tomó las llaves de su camioneta, iría a ver a Blake, ya que la pelinegra le había traído muchas golosinas de su viaje a Londres.
La catalán miro su camioneta y después bajo su vista hasta su vientre. Nego levemente y optó por caminar, pues tan sólo serían unos minutos de camino.

- Jeffrey va a matarme- músito al llegar a la entrada de la propiedad

Abrió las puertas de madera y comenzó a caminar. Durante los primeros minutos todos iba bien, hasta que se detuvo descansar.

- Perfecto, me pare en un charco- bufo Leah negando

Cuando levantó su mirada, pudo notar que el agua del "charco" provenía de ella. La joven maldecia por lo bajo, pues si le hubiera hecho caso a su esposo, no estaría en este lío. Leah tomó su teléfono, pero por alguna extraña razón no había señal. Quiso caminar, pero una contracción la detuvo. Escucho a lo lejos un vehículo, trato de concentrarce en lo que pasaba, pero aquella persona que manejaba se detuvo y bajo.

- Leah, ¿Qué pasa?- cuestionó Jensen con preocupación

- ¡Acaso no es obvio¡- grito la castaña con algo de dolor

- No todos son amables en este lugar- músito Jensen levantando una ceja

- Ackles- lo llamo Leah

- Sólo bromeó- negó de inmediato

Jensen ayudó a Leah a subir a su camioneta. Después de cuestionarle a donde quería ir, la castaña le dijo al vaquero que la ayudaba, que llamara a Blake mientras regresaban al rancho Morgan.
Cuando llegaron, los Cavill también lo hicieron. Jensen con ayuda de Henry bajaron a Leah y la ayudaron a caminar en dirección a la casa.

- ¿Quiere que te cargue o..?- pregunto Henry pero fue interrumpido

- Sólo cierra la boca Cavill- ordenó Leah entre dientes, mientras tenía una contracción

- Veo que cuando te molestas no eres la persona más amable- susurro el pelinegro

- Un bebe quiere salir de mi, ¿Te parece que voy a estar riendome?- cuestionó su amiga con enojo

/.../

Todos había sido informados de la condición actual de Leah, y a causa de eso, la casa de los Morgan estaba llena de amigos vecinos.
Jeffrey ya se encontraba con su esposa en la habitación, habían decidido que el bebé nacería en la granja.
Arizona sabía cosas sobre cómo traer bebés al mundo, así que ella también estaba en la habitación.

- Leah, ya es hora- informó la rubia

- Esta buen- asintió la chica

- Tu puedes hacerlo- le susurro el vaquero

A la orden de Arizona, Leah comenzó a pujar. Después de algunos minutos, un hermosos bebé había nacido. Arizona le dio a Jeffrey unas tijeras y el corto el cordón de su hijo.

- ¿Cómo se llamará?- pregunto la rubia con curiosidad

- Cristian Morgan Monroe- respondió Leah con una sonrisa

/.../

Cuando fue momento, todos y cada uno, pasaron a ver al pequeño Cristian. La nueva felicidad de los Morgan.
Leah jamás pensó que el ser despedida le traería tanta felicidad a su vida. Pero la frase que alguna vez escuchó de "Las cosas siempre pasan por alguna razón" y está vez lo que pasó fue para bien de todos.
Ahora Leah estaría más tiempo con su padre, Jeffrey no volvería a sufrir por amor y tenía un nuevo motivo para sonreír cada día. La vida de los Morgan- Monroe había tenido un buen final.
Aunque existe una balanza en la vida, mientras unos son felices otros no lo son. La pregunta real es...¿Quiénes son los próximos?