Texas love | Jeffrey Dean Morgan © (#1)

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 2

Leah llegó a su trabajo a los pocos minutos de haber colgado con su madre. Dejó su camioneta donde siempre y se adentro en el ascensor, las puertas se abrieron en su piso, como cada día, pero esta vez algo era diferente, no había ninguna cara con una sonrisa en el rostro. Todos la miraban con seriedad, cosa que hizo sentir incomoda a la castaña.

- ¡Leah!- grito Megan desde la oficina de su amiga, para llamar su atención

La mencionada se encaminó hasta su lugar de trabajo y cerró la puerta con rapidez.

- ¿Porque no respondes mis llamadas?- pregunto la pelinegra en un tono preocupante

- Estaba resolviendo un asunto con mi madre, pero, ¿Porque tanto alboroto?- pregunto Leah con confusión

- No tienes que fingir conmigo, confia en mi, soy tu amiga- respondió Megan con una mirada amable

- Megan, realmente tienes que explicarme, no se de que me hablas- confesó Leah con preocupación

Su amiga no respondió y se encaminó hasta la computadora, la castaña se paró detrás de ella, obsevando como Megan tecleaba algo. Cuando dio clic en buscar, un montón de noticias aparecieron hablando sobre Keanu Reeves.

- ¿Que tengo que ver en esto?- custiono Leah mirando a su amiga

- Observa tu misma- respondió Megan y se apartó para que su amiga se sentará

Leah comenzó a leer el artículo que estaba plasmado en su computadora, de un segundo a otro su expresión cambio a una de preocupación mezclada con miedo.

- Yo no hice nada de esto- negó Leah de inmediato

- ¿De verdad?- cuestino Megan con una ceja levantada- Ahi dice que tu, publicaste el artículo de la compañía de ropa, la cual ahora tiene mala imagen porque hablaste mal de ella y no podemos evitar no leer el posdata que va dirigido a nuestro jefe

- Ese no es mi trabajo, tiene que haber un error- afirmó la castaña mirando a todos lados

- Tendrás que pensar una mejor excusa- informó mirando detrás de su amiga

Ella se giró y pudo ver como Keanu venía directo a su oficina. Al llegar el hombre abrió la puerta de golpe y la cerró de igual manera.

- ¿Tan mal te he tratado?- cuestionoel hombre en un tono de furia

- Yo no publiqué eso, Keanu- se defendió Leah

- Nadie más tenía ese artículo, sólo tu, no quieras negar lo que hiciste- expresó el hombre apuntandola- Estas despedía Leah Monroe

La castaña se quedó en shock al escuchar esas palabras. Ella miro a su amiga, la cual salía detrás de su jefe, sin pensarlo dos veces comenzó a tomar todas sus cosas y salió con la frente en alto. Subió al ascensor y dio una última mirada a las caras serias que la observaban. Cuando las puertas se abrieron en el estacionamiento, ella corrió hasta su camioneta, subió a ella y lanzó sus cosas al asiento de a lado.

- ¡No puede ser!- chillo en un grito ahogado

|...|

Leah ya se encontraba en su departamento, recostada en la cama mientras observaba ese articulo una y otra vez.

- Esto es una estupidez- músito para si misma y cerró la página que leía

Paso sus manos por su rostro, estaba llena de rabia y frustración, cuando aparto sus manos de su cara, su mirada se poso en una fotografía que estaba sobre su mueble. Sonrió levemente al observar esa imagen con su padre el cual la miraba con cariño.
Fue ahí cuando un pensamiento inundó todo su cerebro haciendo que apartara la vista de la foto. Comenzó a teclear y abrio ese correo que había recibo, lo respondió y tomó la dirección del lugar.

- Texas, allá voy- músito con una sonrisa

Se levantó de la cama, dejando su laptop de lado, sacó todas las maletas que tenía en su closet y las lleno de ropa y zapatos. Leah había tomado una decisión imprevista, pero era la mejor opción que tenía hasta ahora.
Las horas pasaron y la castaña ya se encontraba parada en la entrada de su puerta con maletas en mano. Bajo hasta el estacionamiento y subió todas sus pertenencias al interior de su camioneta. Ella conduciría hasta Dallas, Texas, sería un momento para ella, despegarse de todo lo que había ocurrido. En el poco tiempo que llevaba conduciendo una llamada sono en su teléfono.

- Hola, ¿Hablo con Leah Monroe?- pregunto una voz masculina desde el otro lado del teléfono

- Ella habla- afirmó la castaña

- Soy Austin Bush, le envié el correo de la propiedad en Dallas, mi asistente me dijo que respondió y había dejado un número

- Si, señor Bush, sólo quería informale que yo me hare cargo de la propiedad

- Me alegra escuchar eso señorita Monroe, ¿Planea venir pronto?

- Estoy en camino, llegó en un día aproximadamente- respondió la castaña

- Bien, supongo que vio las indicaciones de como llegar, así que sin más, tenga buen viaje y disfrute su terreno- expresó Austin para después colgar

Por un lado Leah se sentía feliz de que veria a su padre después de tantos años alejados, pero por el otro lado, estaba triste por la muerte de su abuelo, el no haber podido asistir al funeral. No eran tan cerca a el, gracias a su madre, cuando de separó de su padre había hecho hasta lo imposible por alejarla de ellos. Pero esta vez Leah era mayor y podía tomar sus decisiones por sí sola, su madre no se interpondria nunca más en su vida. Es por eso que no le diría nada sobre su mudanza a Texas, así evitaría el contacto con la mujer que la alejó de su padre y su ahora fallecido abuelo.