ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 3

3.3K 251 10
                                    

Leah habia conducido por aproximadamente 32 horas, fue demasiado tiempo para pensar sobre muchas cosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Leah habia conducido por aproximadamente 32 horas, fue demasiado tiempo para pensar sobre muchas cosas. Ya estaba en Dallas, había cruzado la ciudad y se dirigía a los ranchos y terrenos que estaban en las afueras. Conducía con toda tranquilidad hasta que tuvo que detenerse, una camioneta frente a ella estaba parada, la castaña bajo de la suya al ver que no se movía, se acercó hasta la ventana de la 4x4 roja y saltó de un susto cuando un perro ladro desde el interior.

- Alejese de la camioneta- ordenó una voz masculina detrás de ella

- No quiero robarle, sólo veía si había alguien dentro- confesó Leah mientras se giraba para ver a un hombre de mirada sería y barba un tanto canosa

- No le pregunté sus intenciones- dijo el hombre en tono seco

- Bien, señor, ¿Puede mover su camioneta? Impide mi paso- pidió la castaña en un tono amable

- ¿Porque no pasa por el otro extremo del camino?- cuestiono el hombre, observando el camino libre junto a él

- Es el lado contrario, similar a las avenidas pero sin líneas y con mucha tierra- respondió Leah observando el piso

- Señorita, aquí no hay reglas de tránsito, puede pasar por ahí, nadie la multará- expresó y subió a su camioneta sin mostrar un gesto de amabilidad

La camioneta se movió a los pocos minutos y la castaña siguió su camino. De un momento a otro la camioneta roja ya no iba frente a ella, así que pudo acelerar un poco más. Al llegar al terreno que había sido de su abuelo, se bajo de la camioneta y abrio unas puertas de madera que impedían el paso. Subió de nuevo a su vehículo y se adentro en el rancho. Bajo de su camioneta sin haber visto aún la casa, se quitó sus gafas de sol y quedó boquiabierta con tal vista.

- ¿Qué demonios?- pregunto Leah para su misma

Frente a ella si había una casa, pero no era para nada similar a la de la foto. Leah tomó su celular con rapidez y busco la imagen de la casa, levantó su brazo y comparó. Efectivamente era la misma casa, pero en la foto no se veía descuidada. Fue ahí cuando la castaña se cuestionó sobre su padre, el lugar a simplevista parecía estar abandonado. Se introdujo en la casa, pero era imposible caminar dentro, por la cantidad de telarañas que había. Leah salió del lugar y subió a su camioneta, condujo siguiendo el camino hasta que se detuvo en la granja vecina. Se adentro al terreno hasta ver una casa, estaciono si auto en la entrada y bajo, para ver a un adolescente sentado en las escaleras del porche.

- Hola, lamento invadir tu propiedad pero, ¿Está algún adulto contigo?- pregunto Leah con una sonrisa a medias

- Llamaré a mi padre- respondió el chico y se adentro en su casa

A los pocos minutos salió un hombre de cabellera negra, junto a su hijo de cabello rubio, el se acercó hasta Leah y la miro sin gesto.

- ¿Puedo ayudarle?- pregunto el hombre ya cruzado de brazos

- ¿Conoce al dueño de la propiedad abandonada?- cuestionó Leah con esperanza

- Si Señorita, el dueño es el señor Monroe y lamento informarle que la propiedad no está en venta- respondió dándose la vuelta

- No, espere, creo que se confundió- corrigió la castaña de inmediato llamado la atención de aquel hombre- No quiero comprar la propiedad, porque es mia, soy Leah Monroe hija de Pierce Monroe

- Señorita Monroe, lo lamento, no pensé que algún día la conocería- confesó acercandoce para estrechar la mano de la chica- Soy Henry Cavill y el es mi hijo Jace

- Un placer conocerlos- músito Leah mostrando su mejor sonrisa

- Su padre habla mucho de usted- confesó Jace sin dejar de mirar a la castaña

- ¿Entonces si esta vivo?- pregunto Leah en un tono de alivio

- Claro que lo está, yo puedo llevarla con el si quiere- ofreció Henry apuntado su camioneta

- Se lo agradecería mucho- asintió la chica y los dos se encaminaron a la camioneta de Henry

|...|

Después de un corto camino al bosque, Henry detuvo su camioneta, y ambos bajaron de ella, Leah sólo seguía a su guía, al llegar a una leve subida, la escalaron y se detuvieron.

- Ahí esta- músito Henry apuntando a una casa de acampar que se miraba a lo lejos

- ¿Coml es posible que viva en eso?- cuestionó Leah negando

- Me pregunto lo mismo- dijo Henry mirando pensativo

- Iré a hablar con el, ¿Podría esperarme en su camioenta?- pregunto con amabilidad

- Claro señorita Monroe- asintió el pelinegro

- Llamame Leah- pidió antes de alejarse

Se encaminó hasta la casa de acampar, iba a adentrarse para ver si su padre se encontraba dentro, pero se contuvo de tal acto al escuchar el sonido de cuando se carga una escopeta. Sin dudarlo ella levantó sus manos con lentitud hacia el aire y se giró lentamente para mirar a un hombre ya viejo, con una barba larga y canosa.

- ¿Planeabas dispararle a tu hija?- pregunto Leah bajando sus manos

- ¿Leah? ¿Enserio eres tú, cariño?- pregunto Pierce con una sonrisa nostálgica

La castaña asintió y se acercó a su padre para envolverlo en un cálido abrazo que anhelaba desde hace años.

- Te extrañe, papá- susurro la chica aún en el acto

- Yo también, cariño- correspondió su padre apartandoce un poco para ver a su hija- Mirate, eres toda una mujer

- Basta papá- pidió algo apenada

- ¿Que te trae por acá?- pregunto Pierce con curidiadad

- Es una larga historia- respondió Leah soltando un suspiro

- Me gustan ese tipo de historias- dijo Pierce con media sonrisa

El se sentó en una silla, palmeo con su mano la otra y su hija se sentó junto a él.

Texas love | Jeffrey Dean Morgan © (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora