Texas love | Jeffrey Dean Morgan © (#1)

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 17

Otro mes y medio había pasado, la Navidad se acercaba y todos estában más que emocionados. Una nueva familia se había formado en el pueblo y eran muy unidos. Los Cavill jamás pensaron socializar tanto con los Morgan y los Evans con los Monroe. Pero Leah había hecho algo único.
A días de noche buena, la castaña tenía que hacer compras de pánico. Salió temprano de su casa y condujo hasta el pueblo. Blake le había recomendado un centro comercial donde podía encontrar todo lo que buscará. Al llegar, estaciono su camioneta y se adentro en el lugar.

- Jace, Millie, Camila y Tom, ya está- susurro mientras palomeaba los nombres en su lista

- Hola, ¿Leah? ¿Verdad?- la llamo una voz femenina

La castaña levantó su vista y frente a ella pudo ver a Margot con una sonrisa muy grande.

- Si, Leah Monroe- agregó la chica- Usted es Margot Philips- comentó estrechando la mano de la mujer

- Así que eres la nueva novia de Jeffrey Morgan, ¿quien lo diría?- expresó soprendida

- Si, ya tenemos un mes- replicó Leah con una sonrisa incómoda

- ¿Cómo se pudo fijar en alguien como tu?- cuestionó Margot de manera pensativa

- ¿Disculpe?- dijo la castaña algo confundida

- No me lo tomes a mal, eres muy bonita, pero, mirate, eres sólo una adolescente inmadura, ¿crees que el busca eso?

- Usted no sabe lo que el quiere y sólo déjeme decirl se ve más inmadura con lo que hace ahora- respondió Leah con molestia- No se meta en donde no la llaman

- Claro, Leah, pero solo recuerda esto...¿enserio crees que lo harás feliz? Todos los vaqueros son iguales y terminan buscando nuevas mujeres, no tienen ojos para una sola, así que no te ilusiones, cariño- emitió Margot, para dar  la media vuelta y alejarse

Leah se había quedado ahí, con una mirada de seriedad, definitivamente esa mujer era un dolor de cabeza. Sin los ánimos necesarios, la castaña siguió con sus compras y antes de lo que planeaba volvió a su casa.

/.../

Ya con las compras en su habitación, Leah ya se encontraba, bajando de su camioneta, frente a la casa Cavill. Blake ya la esperaba en la entrada, con una mirada de preocupación, pues Leah no le había dicho lo que ocurrió, solo que algo había le había pasado. La castaña se tiró en el sillón y tomó una almohada para tapar su cara y dar un grito ahogado.

- ¿Me dirás que ocurre?- pregunto Blake sentándose frente a ella

- Margot Philips es lo que me ocurre- respondió la joven con enojo- Me encontré a esa...a esa mujer, en el centro comercial

- ¿Qué fue lo que te dijo esa arpía?- cuestionó Blake con seridad

- Me dijo que "¿Cómo Jeffrey se pudo fijar en alguien como yo?" Que tan sólo era un joven inmadura- repitió negando con rabia- No tiene límites- músito la pelinegra con negación- Sólo ignorala, como ella es infeliz, busca hacer lo mismo con otros que son felices

- Tienes razón, no quiero estar enojada, a tan pocos días de Navidad- dijo Leah un poco más calmada

- ¿Porque no vas a tu casa, bebes algo de alcohol y te relajas? Eso me ayudaba a mi- confesó Blake con una sonrisa

- Te tomaré el consejo- afirmó Leah y le dio un abrazo a su amiga

La castaña se despidió de Blake y salió de la casa. Camino sobre la blanca nieve que cubria la tierra y se subió a su auto. Al llegar a su casa, busco algo de alcohol  en la cocina y subió a su habitación.

/.../

El tiempo había pasado y Leah se había terminado la botella de Whisky. Estab un tanto ebria y apuntó de dormise, pero su teléfono comenzó a sonar y optó por responderlo sin ver quien era.

- Leah Monroe- dijo en un tono ebrio

- Al fin me respondes, Leah, necesitamos  hablar, ¿puedes venir a Seattle?- cuestionó la voz atraves del teléfono

- ¿Quién habla?- pregunto la castaña en un tono confundido

- Keanu- dijo sin más

- El hombre que me despidió, que interesante, ¿ya te arrepentiste de haberlo hecho?

- Para ser sincero, si- confesó el hombre- Después de una investigación, descubrimos que tu no fuiste la causante, alguien saboteo tu trabajo, es por eso que quiero que vengas

- Claro Reeves, lo pensaré- dijo sin más y colgó

Leah estaba tan ebria, que lo mas probable es que no iba a recordar lo que había hablado con su ex jefe o de lo que había dicho. Sólo optó por dejar su teléfono sobre el mueble junto a ella, sin tomar importancia si se caía o no. Tomo las colchas junto a ella y se cubrio hasta la cabeza, evitando así el frío que recorría la habitación. Tallo un poco sus ojos antes de dormir y se acomodó de manera comoda.