Las instalaciones

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"El miedo es una reacción común y natural ante algún peligro inminente, capaz de apoderarse de la mente y la mente es una excelente jugadora."

Un maldito laberinto, esa era la perfecta descripción dentro de las instalaciones, miles de celdas en un ambiente sombrío y con olor leve a putrefacción, perfectamente alineadas entre largos pasillos llenos actualmente de gritos y el sonido de las rápidas pisadas.

En un intento por poder controlar su respiración, Seokjin exhalaba fuertemente votando el aire con fuerza y tratando de inhalar lo más profundo que pudiera, en sus piernas sentía el recorrer de miles de hormiguitas y los leves calambres que se aproximaban si no hacia el intento de tomarse un descanso.

Maldición. Había perdido el conteo de los minutos que llevaba corriendo, tratando de orientarse y poder resguardarse del caos que estaba ocurriendo en todo el maldito lugar.

Hacia tiempo que se había separado de Sehun y no sabia como diablos había terminado solo.

Donde fuera solo era pasillos tras pasillos llenos de gritos y no podía dar mérito al hecho de que no supiera ubicarse un poco, sentía que había corrido en círculos y cuando alguna esperanza de salir llegaba esta era destruida por rejas cerrándose y el sonido de las armas al disparar, definitivamente había entrado profundamente en pánico y el miedo no demoraría en tomar poder, apoderándose de su mente y moviendo fichas dentro de un "juego" donde obviamente el sobrevivir era el objetivo.

Con esfuerzo y sintiendo el sudor bajar lentamente por su rostro dejó de correr escondiéndose detrás de una pared cuando se vio bastante alejado, debía pensar con claridad o terminaría enloqueciendo y probablemente se iría de picada a la boca del lobo en posible inconsciencia. Su mente estaba en un horrible ciclo donde se repetían las escenas más dementes que hubiera podido conocer, los gruñidos y los gritos desgarradores zumbaban en sus oídos a pesar de estar retirado un poco de todo ese caos.

Sabia que debía seguir escapando o pronto se encontraría atrapado por completo, no había podido escapar del mismo estúpido pabellón y eso estaba mal, muy mal. Fue testigo de todo y cada una de las cosas que aquellas bestias hacían, una sensación de malestar se presentó en su cuerpo y las lágrimas que desde hace tiempo se había prohibido dejar salir brotaron mezcladas de miedo, sensaciones de desespero y las ganas de que todo esto fuera un sueño.

Lastimosamente no era un sueño.

Y lo confirmó cuando en cuestión de segundo y justo a su lado una sombra apareció, ese olor desagradable, el olor de la muerte y la característica sensación de que las cosas se habían complicado mucho más, esa patética sensación de que estaban ahí, siempre ahí, sin importar donde fueras, el presentimiento de que no escaparías. La realidad que te despierta de tus absurdos sueños y te estrella sin frenar contra el infierno que es el mundo.
Lentamente alzó su mirada y se encontró con más de uno, bañados en sangre y gruñendo en busca de su próxima presa. Su respiración se corto y temió que su corazón lo delatara por lo rápido que había vuelto a palpitar, no lo habían visto y eso aunque bueno, no le dejaba satisfacción. La única posible salida era enfrentándose a ellos y no sabia como podía ser eso posible. Definitivamente las cosas no eran como en las películas, esto era una locura, una perfecta demencia hecha realidad y las posibilidades de salir ileso de esto eran mínimas.

Pero debía hacerlo, Seokjin siempre había sido él solo contra la hipocresía del mundo y sus miles de piedras. Tomó cortas respiración por su boca para así evitar querer morir por la pesadez y putrefacción del ambiente.

Solo son cuatros Seokjin, solo cuatros ¡Vamos no puedes morir!.

Entre pensar y hacerlo había un abismo tan impresionante que su mente ya estaba jugando en su contra.

Caos [All x Jin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora