nueve

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    No había tiempo que perder. Jones solamente tenía pocas horas para poder tocar tierra y nosotros no planeabamos desperdiciar ni un segundo más, ya suficientes habíamos perdido con el imbécil de Jack y su gente.

Pero bueno, al menos ahora tenía un navío.

El Holandes iba por la delantera ya que ellos conocían el camino hacia la isla con precisión mientras el Perla se encontraba por detrás de él siguiéndolo de cerca conmigo en el timón.

- Yo lo haría mejor...- Bufó Jack a mi lado derecho.

- Lastima que ya no seas capitán.- Respondí con arrogancia. Sentí un pesado bufido emanar de sus labios, mas ninguna palabra salió.

Sí, había decidido traerlo junto a mi en el Perla ya que planeaba devolverle el navío tan pronto mi padre recuperara su verdadera forma, después de todo yo no quería un barco que me recordara a este maldito hijo de...

Una repentina astilla se clavó en mi dedo índice indicando que, quizá había hecho más presión de la cuenta sobre el timón.

- Mierda...- Gemí sin poder evitarlo llevándome el dedo hacía la boca para posteriormente chuparlo.

- ¿Estás bien?

- Sí, sí...- Murmuré con el dedo en el interior de mi cavidad bucal.- Solo me clavé una astilla.

- Déjame ver.- Ordenó el pirata y tiró de mi mano hacía su dirección.

- Enserio estoy bien.- Repetí sin mucho éxito ya que la mirada de Jack se encontraba fija en mi dedo el cual contenía una pequeña gota de sangre.

Repentinamente estiró dos de sus dedos hacía el mío en el cual hizo presión, en cuestión de segundos aquel pedazo de madera que había comenzado a arder dentro de mi piel fue expulsado hacia el exterior.

- Ya está.- Sonrió dejando un casto beso en mi herida. Todo mi cuerpo se congeló ante su acción, él... él acaba de...

El cosquilleo en mi mano terminó por hacerme sonrojar, solo fue un pequeño beso y mi corazón late como si su vida entera dependiera de los labios de Sparrow.

- Gracias.- Susurré girando mi rostro hacia el lado contrario buscando esconder el carmín de mis mejillas del pirata.

- No es nada.- Respondió soltando mi mano. Sentí una pizca de incomodidad en sus palabras pero preferí pasarlo por alto, probablemente había sido una mala jugada de mi mente.

Ninguno volvió a emitir palabra alguna en el resto del viaje y la verdad lo agradecí, no sabría como comportarme con tanta vergüenza carcomiendo en mi interior.

El sol comenzaba a llegar al centro del cielo, el medio día comenzaba a asomarse por el horizonte y junto a él la esperanza de ver por fin el rostro de mi padre.

Hacía unos minutos el Holandes nos había hecho una señal avisando que estábamos a escasos metros de la isla, que vayamos preparando los botes pequeños para acercarnos. Le di la orden a Jack y este a regañadientes la acotó, del Perla iríamos tres solamente; Jack, Gibbs y yo ya que los demás se quedarán en los navíos ante cualquier situación ya que los hombres de Jones debían ir todos ya que, bueno... la maldición también los involucraba a ellos.

- ¿Qué harás cuando saques la cabeza de esa concha?- La repentina pregunta de Sparrow a uno de los hombres logró arrebatarme una pequeña carcajada.- Quiero decir... amigo deberás sumergirte en tomate para quitar el olor a pescado.

El hombre prefirió no responder, simplemente largó un suspiro de hastío y apuró los pasos alejándose del curioso pirata.

- ¿Y vos pulpi?- Preguntó esta vez a Jones.

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2020 ⏰

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Medianoche - Jack Sparrow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora