¿La Vida Puede Ser Un Postre?

19: Tú y yo juntos jamas: Como agua y aceite.

VADHIR
Estoy con mi nuevo amigo en un bar en donde el ambiente es tranquilo y se puede platicar con calma.

Pablo: Oye y ¿Viniste aquí por algo en específico o solo para conocer la ciudad?
Yo: Bueno en realidad a mí me gusta conocer cosas nuevas, pero no gusta decir que estoy aquí por problemas personales, aún que mira tú me caes bien, te voy a contar algo que a pocos les he dicho. En realidad estoy aquí tratando de conocer a la madre de mi hijo.
Pablo: ¿Como? Que yo sepa para hacer un hijo al menos debiste de ver a la madre por lo menos una vez y haber tenido la confianza para hacer a ese hijo.
Yo: Ya se es imposible de entender pero yo vi por primera vez a la madre de mi hijo cuando ella tenia ya cinco meses de embarazo, aún que bueno la vi una vez anterior pero esa no creo que cuente bien porque no fue la mejor manera de hablar con alguien la primera vez, es tan complicado que yo aún no lo puedo entender bien, pero ahora ella está sobre los casi seis meses de embarazo y conocerla está siendo muy difícil e incómodo a la vez, ella está muy a la defensiva y no puedo entrar en su mundo, se le nota mucho que todo lo hace a la fuerza porque tiene que hacerlo no porque quiera realmente hacerlo.
Pablo: Oye pues se escucha una persona muy difícil a la que nadie quiere conocer y eso que no sé de quien hablas.
Yo: No se porque te estoy contando todo esto pero creo que es como si te conociera de años. Ademas que necesitaba contárselo a alguien más, tienes idea a caso de lo extraña que es esta situación para mí, hace como un mes yo no pensaba en ser padre y ahora hay una mujer con cinco meses de embarazo que está esperando un hijo mío producto de un delito en donde ella es la menos responsable pero es la más implicada pues por una disque amiga de ella es que estamos hoy así, ella me a dado la opción de irme, de no tener ninguna responsabilidad ni obligación sobre el niño, me a dicho que ni siquiera quiere que lo reconozca como mi hijo, que no quiere que le mi apellido, ni nada mío, me dice que me olvide de ellos, que no quiere un padre para su hijo, que no me buscara nunca, que sin problemas me deslinde de toda cosa sobre el bebé, que regrese a mi vida normal y cada quien por su lado como si nada de esto hubiera pasado; en ratos si pienso en tomar esa opción pero luego pienso en que ese bebé mi hijo y que aún que las circunstancias no fueron las más idóneas ya comprobamos que si soy su padre independientemente de cómo hayan pasado las cosas yo soy el padre de ese bebé y no sé qué tan bien me sentiría conmigo mismo si dejo de lado a mi hijo. Es tan difícil; ella esta mucho a la defensiva hacia mí y yo me estoy cansando de esto, yo me he portado lo mejor posible con ella pero ella no quiere cooperar, creo que lo que debe de querer es que acepte su opción y me aleje, debo decir que es muy tentador porque así puedo regresar a mi vida normal pero sé que me arrepentiré después por dejar a mi hijo, así que no sé qué hacer. Pero qué más te puedo decir, de seguro tú no has de tener ningún problema parecido con tu esposa.
Pablo: Bueno de hecho el secreto de todo es entenderla, saber porque es así, o porque se comporta así contigo. Sabes yo no creo que sea fácil esto que me cuentas para ella tampoco, sabes he leído que las mujeres solteras que deciden embarazarse por inseminación artificial son más conscientes de lo que hacen y tienen sus motivos bien claros. Pero tienes razón con mi esposa la cosa fue diferente, porque nosotros nos casamos amándonos y aún que no sabíamos aún pero nuestro hijo ya estaba en camino cuando nos casamos, ella es una excelente madre eso no hay nadie que se lo discuta. Hazme caso y dale el beneficio de la duda, tal vez no sea fácil pero no sé porque pero creo que va a tener un buen desenlace, ella necesita comprender todo muy bien, para poder afrontarlo de la mejor manera, algo que tú también necesitas hacer, puede que en su caso si sea el tiempo que lo cura todo.
Yo: No se porque siento que acabo de ir al mejor psicólogo del mundo, me estás haciendo pensar de una manera diferente eso creo, al final ese bebé es mi hijo, así que siempre tendremos algo que nos una a ella y a mí, así que lo mejor será que nos llevemos bien. Pero eso ya será mañana por lo pronto el resto de la noche no quiero pensar en ella.