-Rin cálmate.-Dijiste nerviosa. Te tenía acorralada contra la pared de su cuarto no dejándote escapatoria alguna.
-Oe, ¿Cuánto más me harás aguantar?-Te miraba con lujuria y pasión. Te iba a devorar. Era un tiburón y tu eras su presa.
-Y-y-yo...-Empezaste a decir con tus mejillas rojas a más no poder.-Rin-chan es malo...-Dijiste haciendo puchero.-Pareces un gato en celo....-Una sonrisa de lado apareció en los labios del sharckboy.
-¿Acaso estás provocándome?-Dijo sin borrar aún esa sonrisa de sus labios. Desviaste la mirada.
-Y-yo no te provoco.-Tu sonrojo aumentaba al igual que la atracción entre ustedes. Tu también te contenías pero...temías a lo que venía ya que...era tu primera vez. Sin decir una palabra más Rin posó sus labios sobre los tuyos. Eran suaves y cálidos. Rin intentó usar su lengua pero se lo impediste apretando con fuerza tus labios, eran inexperta y no sabías hasta donde podía llegar esto...pero ya lo averiguarías. El pelirrojo pasó sus manos por debajo de tu blusa haciendo soltar un gemido de sorpresa. Aprovechando eso empezó a jugar con tu lengua, te dominaba...pero eso no era algo que te importara. Se separaron para tomar aire y el de ojos magenta mordió levemente tu cuello haciéndote soltar un gemido...de dolor y placer.
-¡Ah! No m-muerdas...-Lo miraste fijamente unos segundos y los ojos de deseo del sharckboy te desnudaban con la mirada. Desviaste la mirada pero Rin agarró tu mentón obligándote a mirarlo...suspiraste, era tan guapo.
-_______, eres tan hermosa.-Volvieron a juntar sus labios en un acto de deseo y Rin, sin previo aviso, te arrojó a la cama. Se posicionó sobre ti.
-R-rin...e-espera.-Intentaste detenerlo es pero el ojos magenta en un dos por tres te desnudó de la cintura para arriba. Te tapaste avergonzada pero eso no detuvo al tiburón. Sus labios jugaban con tus pechos haciéndote retorcer de placer. Mordidas y lamidas salían de la boca del pelirrojo y gemidos salían de la tuya.-¡A-ah!-Volvió a tus pezones. Te volvió a mirar está vez su tranquilidad no existía...más bien...parecía desesperado.
-No puedo más.-Dijo desnudándote, ahora, de la cintura para abajo. Tus pequeñas manos no lograban tapar todo tu cuerpo desnudo. Sus ojos se iluminaron y está vez, sus labios, bajaron hasta tu intimidad.
-¡A-ah! ¡R-rin!-Gemiste al sentir su lengua jugar dentro tuyo....si que sabía como hacerte sentir bien. De repente la camiseta del sharckboy desapareció y sus muy marcados abdominales aparecieron. Pasaste tus dedos por ellos suavemente. Él sonrió orgulloso y tus temblorosas manos empezaron a desabrochar sus pantalones. Él ojos magenta se posicionó sobre la cama dejándote tomar el control. Lo miraste seductora bajando sus pantalones.-¿Qué quieres que te haga?-¿De dónde había salido esa voz sensual? El pelirrojo sonrió y suavemente dijo.
-De todo.-Su ropa interior desapareció y ambos ya estaban como habían llegado al mundo. Tus labios rozaron su miembro haciendo que Rin se excitara más. Lo agarraste gentilmente.
-Te estas poniendo duro.-Los labios de ambos formaron sonrisas provocativas. No te quedaste atrás, lamiste la punta haciendo que el sharckboy soltara un gruñido.
-Si que sabes com...¡Mnf!-No lo dejaste terminar...chupaste su miembro y empezaste a jugar con tu lengua.-¡______, l-lo haces b-bien!-Acarició tu mejilla mientras gemía tu nombre. Chupaste más rápido y profundo, intensificando los gemidos de Rin.-¡A-ah! ¡______, p-para...me voy a...!-Se corrió en tu boca. Lo miraste desafiante y te lo tragaste.-¿Te lo tragaste?-Preguntó en tono sensual, asentiste y sonrió mostrando sus filosos dientes. Te dejó debajo de él y abrió tus piernas. Desviaste la mirada sonrojada y metió la punta.
-¡Ah!-Dolió un poco pero se sentía muy bien. Rin sonrió y lo metió más profundo, te tapaste la boca para no gemir. Empezó a moverse lentamente y soltó un gruñido, te miró.
-_______ me estoy esforzando mucho, ¿No merezco al menos escuchar tus hermosos gemidos?-Lo miraste sonrojada aún tapando tu boca. Te besó y empezó a moverse más rápido. Ahogabas gemidos en el beso. Te dejó de besar y te embistió más rápido y profundo. Gemías su nombre y te aferraste a las sábanas. Besó tu cuello y gimió tu nombre en tu oído.
-¡R-rin!-Rasguñaste su espalda al sentirlo en tu punto de mayor placer.
-¿Aquí?-Preguntó en tono sensual.
-¡S-sí!-Gemiste y lo hizo más fuerte. Te faltaba poco para llegar.
-¡Me falta poco!.Dijo Rin gimiendo tu nombre en tu oído.
-¡A mí también! ¡A-ah!-Llegaste. Rin salió de ti y se corrió. Se recostaron abrazados sobre la cama cansados.
-Te amo, Rin.-Dijiste.
-Yo también te amo, ______.-Respondió.