Grell Sutcliff x Reader

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Bueno a ver, algunos comentarios. Primero, en este "One-Shot" cabe destacar que Grell es heterosexual. Segundo, es muy lemon (Aunque sea para mí ^^). Tercero, solo disfrútenlo y dejen sugerencias en la caja de comentarios.

¡Besos!

MirosRoos

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-¡Chicas tengo noticias!-Gritó una de mis compañeras de trabajo ¡Dejen de hablar de chismes y estupideces y trabajen! Yo no entiendo nada de lo que hablan. Solo esperaba a las ocho en punto para poder salir con Grell.- ¡______ tiene una cita con Grell!-Mis ojos se abrieron como pelotas. ¿¡Cómo se había enterado!? ¡Yo no le había dicho sobre mi cita a nadie! Solté un largo suspiro y miré para atrás. Todas las chicas mirándome hambrientas de chismes.

-¡Cuéntanos!-Grito una.

-A ver, mi vida personal no les incumbe.-Repliqué. Todas suspiraron.

-¡Por favor dinos!-Gritaron al unísono. Suspiré.

-A ver...-Empecé a decir pero alguien apoyó su guadaña en mi escritorio haciéndome que diera un saltito de la sorpresa.

-Hola, señoritas.-Dijo Grell con voz seductora. Todas suspiraron.- ¿¡Ya me sale la voz de Antonio Banderas!? ¡Nyaa! Soy un Shinigami ¡Death!-Hizo su pose. Me miró.-________, ¿Nos vamos?-Me guiñó un ojo. Asentí. Agarré mi cartera y lo seguí. Sentía sus miradas asesinas a mi espalda. Fuimos por un callejón oscuro. Grell se cayó.

-¿¡Estás bien!?-Lo ayudé a levantarlo.

-Aiiiii, mi cabeza.-Empezó a decir.-Me siento mareado.

-¿Quieres ir a un hospital?-Pregunté.

-¿Me acompañarías a mi casa?-Preguntó. Acaso estaba insi...no pienses mal. Solo acompañado. Verifica que esté bien y sales.

-Vamos.-Grell sonrió. Entramos en su casa. Todo, absolutamente todo tenía algo rojo. La puerta inclusive.

-Pasa, siéntete como en tu casa.-Tragué saliva. El rojo no era de mis colores favoritos. Me sentía incómoda allí. Entré al salón y me senté en el sofá.- ¿Quiéres algo de tomar?

-Claro, ¿Qué tienes?-Pregunté amablemente.

-Daiquiri de fresa, Campari batido, Whisky de jalapeño rojo y Líquido rojo.-Dijo sonriente.- ¿Qué te enciende más?

-Agua.-Dije. Grell soltó una risita.

-Enseguida.-Dijo con su voz seductora ¿Qué traía entre manos? Vino pocos segundos después con un vaso rojo translúcido, lleno de agua con un paragüitas rojo. Suspiré.

-Veo que tienes un problema sicológico con el rojo.-Deduje.

-¿Problema sicológico? ¡Si el rojo es el mejor color del mundo! Es tan alegre, fuerte, apasionado.-Grell soltó un gemido y unas gotas de sangre brotaron de su nariz.- ¡Ups! Iré a buscar un pañuelo.-Volvió a los pocos segundos con un pañuelo ensangrentado embollado en su nariz. Me miró y sonrió.

-Bueno, veo que estas bien así que me retiro.-Me levanté pero Grell agarró mi brazo deteniéndome.- ¿Qué...?

-Quédate. Te mostraré que el rojo es el mejor color.-Dijo.

-Prefiero el negro.-No iba a entrar en sus juegos.

-Vamos a ver.-Levanté las cejas.

-¿Enserio?-Pregunté.

-Enserio.-Dijo.

... *Minutos de MSN y brotación de sexualidad por parte de Grell después*

-Espera vamos más despacio.-Estábamos ya en el cuarto de Grell y este me llenaba de besos.

-No puedo más.-Suspiró. Me volvió a besar y me arrojó a la cama.-No me voy a detener.

-No entiendo que tiene ver esto con tu demostración sobre que el rojo es el mejor color.-Dije. El sonrió malicioso y se dirigió a su armario y sacó de este un conjunto muy sexy de ropa lujuriosa. Era rojo, por supuesto.- ¿Enserio crees que me voy a poner eso?

-Lo harás, o ya verás.-Lo arrojó a la cama aún mirándome muy sonriente.

-¿Y cómo piensas obligarme?-Sonreí burlona.

-Puede que tenga las fotos de cierta chica con muy poca ropa sacadas al salir de la ducha de su casa.-Me guiñó un ojo.

-¡Me espiaste desde mi ventana!-Asintió soltando una risita victoriosa. No tenía más opción, me puse la ropa. Grell se sonrojó. ¿¡Enserio!? ¿Ahora te sonrojas? Tragó saliva.

-Te queda mejor de lo que creía.-Dijo. Se sentó en el borde de la cama con la camisa entre abierta y me miró fijo.

-¿Acaso eres el nuevo Cristian Grey?-Solté una risita.

-Acércate y arrodíllate.-Se mordió el labio inferior. Lo hice.-Sácame los pantalones.-Desabroché el botón de sus pantalones y se los saqué, él ayudándome levantando sus caderas.-Bien, bien. Ahora, quítame la ropa que me queda.-Lo hice. ¿A dónde estaba llegando esta situación?-Bien.-Me agarró bruscamente posicionándome sobre la cama, debajo de él. Besó mi cuello y solté un gemido. Él sonrió.-Te voy a hacer mía.-Tragué saliva. Siguió besando y tocando cada parte de mí haciendo que me excitara más y más.

-Ya...a-Dije con las pocas fuerzas que me quedaban.

-¿Qué?-Preguntó en tono burlón.

-Lo...quiero.-Dije, mi cara no podía estar más rojo y mi cuerpo más caliente. El pelirrojo pervertido se lamió los labios e introdujo la punta de su miembro. No entraba. Dolía. Lo empujó con más fuerza y logró entrar aún más. Seguía doliendo. Siguió embistiéndome con todas sus fuerzas haciendo que gritara de placer y dolor.

-Eres tan estrecha, me encanta.-Lo empujó con más fuerza haciéndome llegar al clímax. Se sentía tan bien. Quería más.

-Más.-Dije.

-Todo lo que quieras, my lady.-Volvió a embestirme pero esta vez entró todo. Ya no dolía tanto.-Voy a empezar a moverme.-Era rápido, tan placentero. Quería seguir así. Grell soltaba uno que otro gemido. Lo estaba disfrutando tanto como yo.

-Sigue... ¡Aaaah!-Llegué por segunda vez al clímax, pero esta vez Grell llegó conmigo. Me estremecí de placer. Sentí su líquido dentro de mí. Era tan caliente. Cayó sobre mí cansado.

-No puedo más.-Dijo agitado.

-Yo tampoco.-Mi respiración acompañaba a la suya.

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¡Besos!

MirosRoos.

ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora