¡Hola a todos/as! ¿Cómo están? Este “One-Shot” es un regalo para una amiga que aprobó una materia que era muy posible que se la llevara a Diciembre y la logró levantar (Incluso con una profesora algo “especial” ~Con su coquita light sin desodorante~). Ella ama a Raito así que bueno le escribí este “One-Shot” lemon xD. Espero que les guste y si quieren, dejen sugerencias en los comentarios.
---
-Bitch-chan esta noche no te me escaparás.-Dijo Raito. Hoy se cumplían tres meses de novios y había intentado violarme unas cinco veces hoy.
-Me duele la cabeza.-Mentí. Había preparado una “noche romántica” para nosotros dos; con una película, muchos dulces y algunos besos. Raito sonrío y me tiró a la cama.- ¡Basta, dije que n…!-Me besó apasionadamente y rodeó mis piernas con las suyas. Se acercó a mi oído.
-Te dije que no escaparías.-Susurró.
-Raito, por favor.-Supliqué.
-¿Por qué estás tan distante hoy? ¡Es nuestro aniversario!-Dije aún acorralándome con el peso de su cuerpo.
-No es que no quiera…-Dije.
-¿Y entonces…?-Preguntó.
-Es qué…-Estaba nervios. Raito no era del tipo “romántico” pero me gustaba demostrarle lo que sentía de esta forma; no haciéndolo todo el tiempo.-Preparé algunas cosas para hoy. Siempre terminamos haciendo esto y…quiero que seamos una pareja más romántica.-Raito abrió los ojos sorprendido. Se levantó unos centímetros haciendo recuperar la libertad de mis movimientos. Se sentó en el borde de la cama y se tapó la cara con las palmas de sus manos.
-Lo siento.- ¡¿Eh?! ¡¿Raito se estaba disculpando?!
-¿Por qué?-Pregunté. Me miró. Tenía los ojos llorosos.
-Haciendo estas cosas es mi manera de demostrarte lo mucho que te amo. No encuentro otra forma y te obligo aunque no quieras, pero es porque quiero estar contigo…siempre.-Me sonrojé.
-Raito.-Dije suavemente.-No sabía…eso.-Una leve sonrisa apareció en sus labios.
-Lo sé. Trato de esconderlo porque…es un signo de debilidad.-Se me acercó.-Eres mi debilidad.
-Raito, te amo.-Se sorprendió al escuchar eso. No porque no lo sabía sino porque lo dijera en un momento como ese. Me besó y me recostó debajo de él. Se tensó. Me acerqué a su oído.-Sigue.-Sonrió y pasó sus manos por debajo de mi blusa, acarició mi espalda. Ya no importaba nada. Solo quería estar con él. Rodeé su cuello con mis brazos y lo atraje más a mí. El me sacó la blusa. Lo habíamos hecho tantas veces pero esta vez era diferente. Me puse nerviosa como nuestra primera vez. Raito lo notó y soltó una risita.
-Eres tan hermosa cuando estás nerviosa.-Lo besé de nuevo y le desaté la corbata. El se sacó sus sombrero y arrojó a no sé dónde. Cada beso era más hermoso y apasionado. El jugaba con mi cuello y yo con su cabello. Todo era perfecto. De repente roce un bulto con mi brazo...eran sus pantalones. Nunca había visto a Raito tan…así. Me miró sonriente.- ¿Me ayudarías?-Dijo señalando sus pantalones. Se los quité y Raito se sacó la camisa. Solo quedaban sus bóxers, mi blusa y pantalones. No duraron mucho, me los quitó unos segundos después. Desabrochó mi sostén y volvió a soltar una risita. No porque sea una chichinassi sino por lo sonrojada que estaba.
-¡Deja de reírte!-Se me acercó al oído.-Eres mía, hoy y siempre.-Me paralicé una centésima de segundo. Raito era tan…tan…perfecto. Ya no podía parar. Me dejé llevar. Me levanté de la cama y me saqué lo que me quedaba de ropa mientras él me observaba. Tragó saliva.
-No puedo más.-Me agarró y me arrojó violentamente a la cama, se sacó sus bóxers y besó mi cuello. Me penetró suavemente, una, dos, veinte; perdí la cuenta. Me embestía cada vez más rápido y mis gemidos aumentaban. No quería que parara. Raito soltaba algún que otro gemido. ¿Los estaba conteniendo?
-Deja salir tu voz.-Dije provocativa. Empezó a soltar gemidos indiscretos, uno tras otro. Aumentaba su velocidad, gemidos, mi excitación. Agarré la sábana con fuerza para no arañarlo. Agarró mis brazos y se rodeó con ellos.
-Tócame, tócame más.-Dijo. Lo hice, a cada embestida lo arañaba y Raito gemía de placer. ¡Maldito sadomasoquista! Me encantaba. Siguió hasta ya no poder más. Nos acostamos en la cama cansados y agitados. Yo quería más. Me puse sobre él.
-¿Estás listo para otra ronda?-Dije mordiéndome el labio inferior. El abrió los ojos sorprendido.
-Usagi-chan.-Dijo suavemente.
-¿Eh?-Dije. ¿Por qué no me llamaba por mi nombre? Dio un rápido giro posándome debajo de él.
-Eres un conejo.-Dijo. Acaso…
-¿En qué sentido?-Dije. Se acercó en mi oído para susurrarme algo.
-En el pervertido.-Dijo.
