—Además —agregó firme, viendo cómo las chicas de enfrente tenían ambas manos bajo sus mentones, escuchando con ternura; los chicos del equipo de natación no hacían más que verlo de pies a cabeza y HoSeok y JiMin le sonreían confiadamente. —La Guerra fría volvió a dejarnos en claro el éxito del capitalismo; podemos recordar que la primera vez, fue cuando la Alemania capitalista fue la que triunfó contra el socialismoy la hambruna, y decayó con el muro de Berlín tiempo después.
—Perfecto, Kim, como siempre —sonrió el profesor.
TaeHyung hizo una reverencia, y avanzó hasta su lugar. Tzuyu y Yuna le felicitaron sonrientes, igual que sus amigos cuando tomó asiento.
Ya se había acostumbrado a los halagos cuando le pedían que diera la explicación inicial a un tema, ya que era mucho más corto, entretenido y fácil que cuando lo hacía el mismo profesor.
—No mienten cuando dicen que eres un genio —susurró HoSeok.
—¿Podrías ayudarme con coreano?—formuló algo nervioso JiMin, por su pronunciación.
—Seguro, Minnie —asintió.
La clase siguió media hora más, y por fin dio la del almuerzo.
Era jueves, entonces TaeHyung sabía lo mucho que él y JiSung sufrirían cuando el curso de JungKook y MinHo salga de las duchas, luego del entrenamiento, con el cabello mojado y luciendo mejor que nunca.
El agua del instituto tenía algo que los hacía aún más guapos cuando salían de allí.
Caminó junto a HoSeok y JiMin, poniendo un auricular en su oído derecho, para escuchar algo que logre tranquilizarlo en verdad, siempre ponía una canción que haga aquella caminata de JungKook hasta su mesa, aún más sexy y entonces comenzaba su calvario y paraíso a la vez.
🎵Rock Me —One Direction.
El chico pelinaranja australiano temblaba al tener el lugar del medio, y sus piernas se movían junto a las de HoSeok.
—Escucha, JiMinie—pasó uno de sus brazos a través de sus hombros, levantando sus nervios aún más y haciendo que baje su mirada. —Tú me caes extremadamente bien, ¿Sí? Es YoonGi el imbécil.
—S-siento lo que te hizo —volteó a verlo, TaeHyung los dejó y caminó más rápido, para llegar a la mesa y contarles a NamJoon y SeokJin que había dado inicio a otra clase.—Ni tú ni nadie debería parar por eso.
—Pasar —corrigió, sonriente.—Y no te preocupes, mírate, yo tampoco hubiese hecho algo al respecto por seguir sintiendo algo por él, si te veía JiMin.
HoSeok dijó aquello con una serenidad en su voz, que ni siquiera se dio cuenta lo que acababa de confesar.
Los colores se apoderaron del rostro de JiMin; se veía tan lindo sonrojado, combinando con su cabello y sus hermosísimas mejillas.
Desacomodó un poco el mismo, demostrándole que no importaba lo que él sentía, y sólo caminó hasta la mesa, con el corazón a pedazos, pero respaldando con su sonrisa.
—¿Y a ustedes cómo les fue? —preguntó el rubio, con la llegada de ambos.
—TaeHyung siempre nos opaca, así que nada —Respondió HoSeok.
—Eso mismo—asintió JiMin.
—Lo que digan —rió SeokJin.—JiMin, los profesores no dejan de hablar muy bien de ti, estás haciendo un buen trabajo.
—Gracias, hyung —inclinó su cabeza.
—¡Hola, hola! —se apuró en dejar su bolso aún lado y pasar ambas piernas sobra la banca para sentarse.—¿Listo, TaeHyung?
—Sí —asintió pausando la música, sólo para verlo caminar con el estribillo final, y el mejor de todos.
Porque Jeon JungKook era igual de brillante que las notas altas de Zayn.
Las palmadas rápidas de JiSung sobre su brazo, le daban la señal estelar; volteó —para nada preparado— y volvió a darle play a Rock Me.
Ahí, entre los estúpidos chicos que se creían geniales, ellos se hacían paso como los verdaderos dioses del lugar. Pero su mirada siempre estaría sobre JungKook, para él, el chico más hermoso existente en la faz de la tierra; y el más difícil de conocer.
Intimidaba su forma de caminar, haciendo que miles de mandíbulas toquen el suelo, arrebatando heterosexualidades a miles de chicos, novias a las chicas, y a los que no enamoraba, les causaba una envidia altísima.
Por lo menos, si algún día tenía hijos, les diría que estuvo locamente enamorado de su amor adolescente. Y qué aunque nunca logró nada, estaba orgulloso de haber conocido a un sujeto tan, pero tan guapo.
YoonGi asustó a ambos mientras se acercaba, tal vez arruinando el momento, pero ya habían visto suficiente.
¿JungKook y MinHo serán conscientes lo que causan en básicamente, todo el instituto?
Besó la mejilla de JiMin y tomó asiento.
—Puedo ver qué aún ni siquiera tienen su almuerzo.
—Comer, a esta edad, ya no te sirve para crecer —respondió HoSeok.
—SeokJin y yo iremos —se levantó Nam— ¿Qué quieren? ¿Lo de siempre?
—Ajá sí —JiSung seguía petrificado, viendo a MinHo, preguntándose si recordará la fiesta donde lo tomó y no lo soltó hasta el otro día.
—Sí, Hyung —asintió TaeHyung. —Gracias.
—Tae —llamó JiMin.— ¿Podrás ayudarme con coreano entonces?
—¡Claro! Hay muchos libros que pueden servirte —negó, intentando sacar a JungKook de su mente, lo cual era imposible —Yo los buscare, no te preocupes.
—Genial, seres el mejor —sonrió.
TaeHyung negó, riendo, mientras hacía una nota mental para pasar por la biblioteca al otro día, a primera hora.
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Ahora sí se viene lo chido jsjs, gracias por leer uwu
