Es tan hermosa.

1.3K 113 14
                                    

Cualquier falta de ortografía por favor déjenlo en los comentarios para poder corregirlo. No olviden que todo con respeto, gracias.

Nunca tuve tanto miedo como esa tarde, cuando esperaba que mis padres llegarán y luego cuando tuve que enfrentarlos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nunca tuve tanto miedo como esa tarde, cuando esperaba que mis padres llegarán y luego cuando tuve que enfrentarlos. Decirles que no había tenido ganas de ir al colegio y que había ido a dar un paseo al parque.

Obviamente no me creyeron, sabían que había estado con Calle, aun no había manera de demostrarlo pero ellos no descansarían hasta encontrarla, y lo harían si yo seguía actuando como una estúpida y dejaba que ella me llevara a su departamento.

Dios, como iba a alejarme de ella si de tan solo pensar en lo que pudo haber pasado si mi padre no hubiese interrumpido era como invocar a todos los demonios que habitaban en mí. No tenía sueño, resultaba imposible con esas ansias que se habían mezclado con mi sangre y viajaban por todo mi cuerpo.

Era de madrugada cuando golpearon la puerta de mi habitación. La persona al otro lado no espero mi respuesta para entrar. Pero yo sabía muy bien quien era. Cerré los ojos, confiando que al verme dormir me dejaría en paz pero en lugar de ello se sentó en la cama a observarme por un largo rato.

—Poché-susurró finalmente.

No me moví.

—Poché, por favor.

Suspiré.

—Ahora toca el turno de la policía buena. Vas a fungir ser mi amiga, te vas a identificar con mi situación, me prometeras un caballete nuevo y querrás que te diga la verdad. Pero no hay nada más que decir, ya saben lo que hice por la mañana y lo único que hace falta es que me crean.

—Tienes que confiar en mí. Soy tu madre.

—Si vas a continuar con el interrogatorio entonces llamaré a mi abogado.

—Tú no vas a necesitar uno-murmuró con cariño- Pero ella sí.

Sus palabras detuvieron un milisegundo mi corazón.

—¿Y de qué se le acusa si se puede saber?

Esta vez es mi madre quien suspira. Parece cansada y da la impresión d que en un solo día ha envejecido escandalosamente.

—Jugar contigo es un delito suficiente para mí.

—Ella no ha jugado conmigo. No sé de qué hablas.

—Claro que no lo sabes-dice- tu no la conoces como yo.

—La conozco muy bien, es mi profesora. Es muy inteligente, preparada y más que nada respetuosa. Tal vez cometió errores en el pasado, como mucha gente, pero ella aprendió la lección y eso es lo que ustedes no entienden.

—Eres tú quien no entiende Poché. No viste a esas chicas, no sabes...

—Claro que lo sé mamá, lo sé todo. Sé que eran muchas, sé que la querían, conozco a la perfección ese cuento. Te puedo recitar toda la nota periodística referente al acontecimiento. No hay nada sobre ese incidente que yo no sepa.

𝑺𝒊 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒂𝒔 𝒎𝒊́𝒂. [𝑪𝒂𝒍𝒍𝒆 𝒚 𝑷𝒐𝒄𝒉𝒆́]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora