Finalmente, aquella noche ni cenaron juntas ni se vieron después del baño.
Entre lo que Natalia se fumaba el cigarro, que no fueron más de diez minutos, Alba se quedó esperándola encima del colchón de su cama, solo que lo hizo dormida. La otra, por su parte, le envió algunos mensajes vía WhatsApp a la espera de una respuesta para ir a su habitación, pero, al no recibir nada, también se quedó dormida con el estómago vacío.
A la mañana siguiente, la rubia, maldiciendo su sueño pesado y las pocas horas de sueño de la noche anterior, corrió a mirar el móvil para encontrarse con los mensajes de su compañera. Tiempo le faltó para correr a la habitación contigua con una disculpa a cuestas para ofrecérsela a la castaña, pero, para su mala suerte, nadie le abrió la puerta. Pensando que la navarra estaba enfadada, corrió de nuevo a buscar su móvil para enviarle unos mensajes desesperados con una explicación de lo que le hubo pasado.
"JAJAJAJA"
"tranqui"
"estoy abajo desayunando con Mamen"
"No pasa nada💞"
Le había contestado previamente a enviarle una nota de voz con el último mensaje que había enviado seleccionado.
-¿Has visto ese emoji, bella durmiente? Son nuestros corazones en órbita— su voz aterciopelada se vio apoderada por su acento del norte más que nunca, y terminó rompiendo en carcajadas agudas que le contagió a Alba aunque no pudiera escucharla.
Lo cierto es que se había quitado un peso grande de encima después de oírla hablándole con su timbre alegre y despreocupado. ¡Incluso le había lanzado una de sus fichas profesionales! Que, tenía que admitir, llegó a resultarle de lo más divertida. A día de hoy, cada vez que Natalia le tiraba los tejos, Alba reaccionaba de dos formas distintas: o se avergonzaba hasta que el sonrojo le marcaba las orejas, o se rompía el pecho a carcajadas, justo como en ese momento.
Tras una breve conversación vía WhatsApp, las dos quedaron en traspasar el plan esa misma y última noche que pasarían en el balneario.
El resto del día no pasaron mucho tiempo juntas. De hecho, hasta por la noche ni siquiera se vieron, salvo en el almuerzo. Natalia había ido a su bola, intentando seducir a una de las recepcionistas del hotel, mientras que Alba se había pasado el día en los spas de masaje. Hasta la hora de la cena, después del baño, no tuvieron la oportunidad de reunirse juntas, justo cuando la castaña apareció cargada con unas latas de cerveza que salió a comprar esa misma tarde.
Con una sonrisa, las levantó para hacerlas notar frente a Alba, que acababa de abrirle la puerta todavía envuelta en un albornoz bajo el que, muy probablemente, no llevaba nada. La verdad es que, para su bienestar, prefería no pararse a pensarlo.
-He pillado una birras para acompañar— sonrió mientras se adentraba a la habitación de la rubia.
Al parecer, la valenciana ya tenía la televisión preparada con el catálogo de Netflix a la carta abierto. Sobre la cama quedaba las arrugas de haber estado allí tumbada, y no pudo evitar imaginarse encima de ese colchón acurrucada con ella. Se le erizaba la piel solo de pensarlo y de lo placentero que resultaba.
-¿Quieres emborracharme para aprovecharte de mí?— bromeó la rubia con una sonrisa, pero la navarra, que no la miraba, no se percató de su tono jocoso y, con un ceño fruncido, le respondió.
-Yo jamás haría algo así, Alba.
A pesar de que Natalia ya se había percatado de que Alba había estado bromeando, una especie de tensión se instaló entre las dos a partir de ese momento. La jocosidad propia que envolvía a la castaña parecía haberse evaporado, y la otra permanecía más callada de lo normal. Entre pocas palabras, decidieron lo que encargar al servicio de habitaciones y lo mismo para elegir algo que ver en la televisión. Finalmente, decidieron cerrar Netflix y abrir una búsqueda de Google cualquiera para reproducir una película a la que le hubieron estado dando mucho bombo por Twitter últimamente. Fue así como, con una cerveza en mano y un silencio denso entre ambas, dieron inicio a aquel film que tanto les iba a encantar.
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INSTANT CRUSH
FanfictionDurante los cuatro años de carrera, Alba se ha visto irremediablemente atraída hacia una de sus compañeras de clase, pero su personalidad introvertida y exageradamente tímida le ha puesto difícil el acercarse a ella, además de que parece invisible a...