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La ciudad se ve desde una perspectiva completamente diferente cuando vas montado en una moto...

Pensó Jimin en tanto sus brazos se aferraban al abdomen de su esposo, quien avanzaba sin problemas a través del trafico de Nueva York, una ciudad tan llena de vida, de cultura y contaminación, que casi le hacían sentir en casa; aunque en Seul la gente era menos hostil y un poco más cálida...la mayoría.

Con el aroma de Yoongi flotando a su alrededor, el omega se sentía como nunca antes, el viento traspasaba su ropa, dandole una sensación helada que contrastaba con el calor del cuerpo de su alfa, quien al moverse y pilotear la moto hacía que sus músculos se tensaran, haciendo sentir a Jimin extrañamente excitado.

Con el motor retumbando entre sus piernas, Yoongi se sentía como el dueño del mundo al llevar a su omega a su espalda y la adrenalina en la sangre. Arriesgándose como pocas veces, decidido a darle toda la experiencia, aceleraba al tope de lo que la ley permitía, logrando rebasar a muchos de los que se quedaban atrapados en el trafico. Pasaron por Madison Square, Jimin miraba todo a su alrededor, sintiéndose atrapado en un momento que desearía guardar por siempre en su mente. Estaba seguro que cuando su vida complicara y sintiera su corazón pesado, podría rememorar su luna de miel, podría traer a su mente las cálidas noches sobre la cabaña en el mar y su hermosa vista de un cielo infinito; podría recordar sus paseos nocturnos en el safari y la forma en que Yoongi se estrelló contra la tierra; podría rememorar su emoción al llegar a Grecia y recorrer las antiguas tierras hasta que sus pies no dieron más; y cada una de esas experiencias siempre de la mano de quien era su compañero de Alma.

Yoongi había hecho de esas experiencias un paraíso alegre dentro de su mundo que poco a poco se iba tornando lleno de amor colorido; que si bien no era perfecto, era suficiente para él.

Extrañó a los chicos.

Suspiró Jimin cuando sabía que toda esa experiencia sería aun más perfecta si la compartía con quienes consideraba su familia, su manada.

Medía hora de viaje en moto y llegaron a su destino. El omega no sabía qué esperar, suponía que irían a cenar o algo así. Mirando a su alrededor se dio cuenta que Yoongi estaba estacionando en lo que parecía ser el centro de un lugar increíblemente concurrido. Parecía que el frio no era impedimento para que la gente saliese y se divirtiera.

-Tendremos que caminar un poco, porque todo esta muy lleno y tuve que aparcar un poco lejos. -le dijo Yoongi luego de quitarse el casco, revelando su cabello negro un poco despeinado y las mejillas sonrojadas. Jimin sintió que se derrita de ver a su alfa tan distinto a la cotidianidad a la que estaba acostumbrado. Este era un Yoongi enfundado en una sexy chaqueta de cuero y un jeans ajustado. Era un Yoongi que Jimin estaba descubriendo y que le estaba haciendo sentirse como un adolescente frente a su amor platónico.

El mayor se adelantó y le quitó el casco a su esposo, siendo cuidadoso. Jimin estaba con los ojos brillantes, mejillas sonrojadas y el cabello castaño despeinado. Yoongi le sonrió y le entregó su casco antes de inclinarse e intentar ordenarle el cabello.

-¿Te gustó andar en moto? ¿Te mareaste? -le preguntó luego de alejarse un poco y ayudarle a descender. Jimin continuaba como en un trance silencioso, uno lleno de sonrojos y miradas tímidas.

Es insólito que sea mi esposo y continúe haciéndome sentir como un niño inexperto.

-Yo...-Jimin carraspeó en un intento para despejar su voz débil -No me mareé, me sentí increíble, jamás había andado en moto y fue ¡Woah! -le dijo con entusiasmo, logrando arrancar una sonrisa de Yoongi, quien rebuscó en los bolsillo de la moto y sacó un par de cosas antes de engancharse su casco al brazo y tenderle la mano a su pareja.

🔒Don't FarAway🔒《Omegaverse-YM》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora