𝐈𝐜𝐞 𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧 - 𝐉𝐚𝐬𝐩𝐞𝐫 𝐇𝐚𝐥𝐞

16.

◉  Una pequeña oportunidad para sentirnos vivos  ◉

Algo que me traía completa paz y tranquilidad aparte de patinar; era nadar, el agua se convirtió en mi primordial refugio durante los días sombríos y oscuros.

Bajo el agua mi impureza y pasado eran limpios, no existían las cicatrices, ni el dolor. Nadar me hacía olvidar, estar bajo el agua o sobre el hielo era mi centro, el lugar donde podía ser yo misma, sin ataduras ni miedo.

- Te convertirás en una pasa gigante si no sales — El grito de mi tío me sobresalto.

- No tienes algo mejor que hacer que criticarme, anciano — le saque la lengua y me sumergí bajo el agua.

- Papá, mamá, soy tan buena  nadando, igual a ustedes — chapoteé agua para llamar su atención.

- Mi pequeña es toda una diosa del agua — mamá me cargo en sus brazos y empezó a dar vueltas y saltos por todo el lago.

- Mamá, mamá, nos vamos a marear — hablé entre risas.

- ¡Super papá al rescate! — nadó hasta llegar a nosotros, sujeto de la cintura a mamá y me subió sobre sus hombros — Mis bellas damas son todas unas nadadoras, unas reinas del agua.

- El apego que tiene nuestra hija con todo lo que contenga agua es impresionante — Murmuró mamá mientras nadaba hacia la orilla.

- Si, mi elfina es una amante del agua y hielo, no me sorprendería que su afinidad hacia algún elemento fuera al del agua — papá me bajo de sus hombros y me sentó en la orilla del lago — Vamos a casa hija — extendió su mano y la tomé con gusto.

- El agua tiene memoria papá, todos los buenos recuerdos que creemos dentro de ella se guardarán — le informe con una sonrisa.

Salí a la superficie, mi mirada se topo con la de seis vampiros muy conocidos, una Bella muy consternada y mi pelirrojo amigo.

Rei por lo bajo y me acerque a la orilla de la piscina.

- Eres la chica más extraña que he conocido — Bella fue la primera en hablar — Nadie nada como si fuera verano con un clima tan lluvioso y frío como el de Forks — Murmuró con asombró.

- Ya conoces a alguien que si lo hace — Sonreí — ¿Que hacen aquí? — les pregunté.

- No fuiste a clases y tampoco contestabas tu celular, así que decidimos venir a ver si estabas bien — Hablo Alice con su usual voz cantarina.

- ¿Por qué no fuiste a clases? — preguntó Bella.

- Tenía una cita con mi doctor — Me encogí de hombros.

Esa era una de las razones, la otra fue por el entrenamiento que estaba empezando a tomar con la portadora original de este nuevo poder que tenía. La reina Morrigan siempre aparecía por la noche y me llevaba a entrenar a algún lugar alejado del bosque.

- Tienes complejo de sirena, ¿Eh? — bromeó Blake al ver que no salía de la piscina.

- No, tengo complejo de pasa — lo corregí mostrando mis manos con pequeñas arrugas.