Capitulo 3

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Taehyung se encontraba en la escuela prestando atención, entre comillas, porque desde la noche anterior no había podido dejar de pensar en aquel chico.

Sentía que la sangre le hervía, y no era nada más que enojo. Ese chico, aparte de haberle robado su celular y dejarlo incomunicado, también trató de seducirlo el día anterior.

¡Eso no era lo peor, lo peor era que había funcionado!

Estaba en un maldito problema. Aún podía sentir la sensación del dedo helado sobre sus labios y, bueno, también el olor a tabaco. La sensación fue tan sofocante y fuerte que, de alguna manera, quería sentirlo de nuevo.

Eso lo llevó a cuestionarse algunas cosas.

¿Era probable que fuera gay?¿Las emociones fuertes no eran tan malas?¿Qué era lo que realmente le gustó de ese momento?

Si bien nunca tuvo novia, fue porque simplemente creía que no era necesario. Se la vivía estudiando y tratando de dar lo mejor de sí mismo, que no le daba tiempo de pensar en nada más.

De hecho, tal vez todo seguiría normal por parte de él, si no fuera por el vago de la calle de al lado. Si no fuera por eso, ni siquiera se hubiese cuestionado nada.

Aparte, no podía pensar claramente. En cuanto la profesora se marchó, Jimin, el "chistosito" del salón, comenzó a gritar y balbucear cosas que prácticamente todos podían escuchar. Lo cual no era raro, pues era muy normal en Jimin, quien no le agradaba del todo a Tae. De hecho, cada que lo escuchaba hablar no hacía nada más que rodar los ojos y tratar de ignorarlo, algo realmente difícil, ya que ese chico se hacía notar.

—Haré una fiesta hoy, será en mi casa. Tendré toda una semana la casa sola y no planeo desperdiciar esa oportunidad.

Ese chico... cada día llegaba contando lo que había hecho el día anterior. Para Tae, eso eran solo mentiras. Él, al parecer, vivía su vida llena de adrenalina. No había un día donde no hablara de algo sorprendente y ridículo que le sucedía.

Estaba rodeado por algunos estudiantes, tanto hombres como mujeres, interesados en todo lo que él decía. Pues claro, eran de los mismos gustos, de esos tipos que les gustaban las fiestas todos los días. Y bueno, Tae era más de dormir, hacer tarea o estudiar.

—Escuché que fue Jungkook ayer —una voz femenina habló, dejando en evidencia lo interesada que estaba en ese chico.

Taehyung solo escuchaba todo mientras fingía hacer algo. Aunque el escalofrío en su espalda no pasó desapercibido al escuchar ese nombre.

—De qué te sorprendes, mujer. Sería raro si Jungkook no fuera a alguna fiesta mía, ese hombre me ama —habló Jimin con obviedad, sin dejar el tono presumido en su voz.

—¿Irá a esta?

—Lo más seguro.

Una mano en el hombro de Tae lo sorprendió y hasta saltó un poquito, pues alguien había llegado hasta él con una hermosa sonrisa y ánimo al límite, tan natural en él.

—Tae~~

—Mierda, Hoseok, no llegues de esa manera.

—Acabo de recordar que dejaste tu memoria en mi casa ayer.

—Oh, eso, no importa, igual aún no terminamos el proyecto. Iré a tu casa hoy.

—En realidad...

—¡Hey! Hoseok —una tercera voz se incluyó en la conversación, dejando al grupo de atrás. Jimin llegó hasta ellos y se sentó frente al pupitre de Tae.— No te vi ayer, ¿por qué no fuiste a mi fiesta? —con el ceño fruncido, Tae miró confundido a Hoseok, no sabía que se hablaban o siquiera se conocieran.

—Me quedé haciendo el proyecto de la señora Lee —le dijo simplemente. Después, Jimin arrugó las cejas y lo miró atentamente.

—La fiesta fue a las 10 —después de unos segundos, preguntó—: ¿Quién es tu pareja de equipo?

Hoseok miró a Tae y simplemente le contestó a Jimin con el nombre de su compañero.

—Ah... —miró a Tae por lo que debió ser un minuto, con una sombra de burla en su rostro mientras lo analizaba detenidamente. En realidad, Tae lo sintió como una eternidad.— Ya veo... Eres el pequeño que vive en la siguiente calle de la de Jeon.

Tae se confundió y decidió que tal vez Jeon era uno de los tantos amigos de Jimin que tal vez se encontraban en otro grado de ellos.

—¿Cómo, conoces a Jungkook? —Hoseok literalmente tomó el hombro de Tae y lo jaló hacia él.

—¿Quién es Jeo...

—Oh... no solo eso, ayer estaban ligando en la esquina de sus casas —interrumpió Jimin burlonamente.

Tae sintió cómo algo dentro de su estómago se revolvió y el recuerdo de eso lo hizo entrar en calor. La vergüenza que sentía era enorme y más porque la voz de Jimin era tan alta que todos los del aula lo miraron mal. Quería que se lo tragara la tierra.

—¡Oh, cielos! ¿¡Tae, eres de esos!?

—¡¿Qué?! ¡Mierda! ¡No!

—Tranquilo, hombre —habló Jimin poniéndole una mano en el otro hombro.— Te debo una disculpa, no debí interrumpirlos. —No sabía si lo que hacía Jimin era a propósito o era muy despistado, pero quería cerrarle la boca de un golpe.— De hecho, quiero invitarte hoy a mi casa. Habrá una fiesta y Jeon irá. Podrán recuperar el tiempo que les faltó ayer.

Eso era tan vergonzoso y sofocante que quería esconderse bajo su silla.

—Déjalo en paz, Jimin, él ni siquiera sabe cómo dar un beso —Jimin miró a Tae con una carcajada, pero al ver el rostro rojo del chico, se quedó serio. Hoseok estaba hablando en serio.

—Mierda... Ese Jungkook en serio me sorprende cada día más, es un aprovechado. En fin... igual están invitados —se paró de un salto de la mesa y dio dos pasos hacia su lugar, pero después cambió de decisión y regresó hacia Tae.— Oh, tengo algo interesante que confesarte —acercó su rostro a la oreja del otro.— Jungkook se pone muy activo cuando bebe —susurró, y sin más se fue a su lugar, dejando procesar al chico inocente de lo que hablaba.

—Entonces —habló Hoseok después de unos minutos.

—¿Qué? —lo miró confundido, aún no había entendido el mensaje oculto que estaba seguro que había en las palabras de Jimin.

—¿Iremos a la fiesta? —moviendo las cejas de arriba para abajo, empujó a Tae ligeramente para persuadirlo.

A lo que el menor lo miró con una sonrisa que definitivamente estaba fingida y dijo:

—No.

BAD HABITS -Kookv [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora