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Al llegar a su hogar, Jeno ni siquiera esperó que su chofer o alguno de sus empleados le abriese la puerta de la camioneta, saliendo disparado por sus propios medios hacia el cuarto que usaba de estudio y, por veces, oficina. 

Necesitaba hallar toda la información que pudiese de lo que acababa de oír. Tenía una muy fuerte corazonada y temía confirmarla con toda su alma. 

Escribió rápido en el buscador, no siendo muy difícil encontrar varias noticias acerca de las misteriosas desapariciones. Incluso habían entradas de blogs específicos para cada uno de los chicos, contenían sus fichas, ocupaciones, lugares de estudio, etc.; además de contactos para las familias. 

Del que aún la tenía. 

Al parecer, de los cuatro chicos secuestrados, solo de uno se conocía el paradero y se tenía contacto de la familia: Lee Donghyuck. Del resto no se sabía nada. 

Su mundo se dio la vuelta en cuanto llegó al apartado de fotos. 

Todos y cada uno de esos chicos... eran los que había visto en la sala especial inaugurada hacía poco. 

Sala en la que escuchó el susurro. 

Sala en la que Moon Taeil y sus guardaespaldas se separaron de él. 

Sala en la que estuvo completamente solo... con los cuatro chicos desaparecidos. 

ㅡ¡Oh, mierda! 

Se levantó de golpe de su escritorio, apresurado, sacando de su bolsillo su celular con la intención de llamar inmediatamente a la policía, sin embargo, una llamada entrante frustró todos sus planes, dejándolo tembloroso y preguntándose en qué demonios se había metido. 

ㅡ¿Hola? ㅡcontestó

ㅡLee Jeno ㅡreconoció la voz de Moon Taeil de inmediato, tragó en seco, no creas que no sé. Si sabes lo que te conviene, ni lo intentes... No te irá bien. Y asumo que lo que menos quieres es que hundan todo el esfuerzo que te ha tomado reestructurar la vieja empresa de tu padre, ¿no? ㅡuna risa cínica y fría se escuchó al otro lado de la línea, erizando los vellos en la piel del menorㅡ Tú decides. Nos vemos. 

Y colgó. 

Oficialmente, estaba jodido. 

Pasaron tres días, tres largos días en los que Jeno se debatía día y noche qué debería hacer

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Pasaron tres días, tres largos días en los que Jeno se debatía día y noche qué debería hacer. 

Nada venía a su mente. 

Moon Taeil era un hombre poderoso, por algo había ansiado tanto aliarse con él, y por eso mismo temía tanto por su decisión. Necesitaba encontrar qué hacer y evitar que aquel hombre arruinase su vida. 

ㅡ¿Jefe? ㅡuna voz suave lo sacó de su ensueño. 

En el marco de la puerta de su habitación se hallaba su asistente, Xiao DeJun, pulcramente vestido y con una sonrisa nerviosa en la cara. 

Wax [NM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora