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Haechan tenía su cabello revuelto y sus anteojos un poco torcidos, mientras sostenía entre sus dientes el lápiz que usaba para los arreglos y mantenía la guitarra de Mark en su regazo. La melodía ya se le había hecho familiar, pero aún le costaba un poco poder encontrar en momento perfecto donde la letra quedase cómoda. Una vez que estuvo satisfecho dejó el lápiz a un lado del cuaderno y volvió a comenzar.

Jeno esperaba frente a él, con sus manos sobre su regazo, con su rostro un poco sonrojado. Renjun le había ayudado a hacer su parte y no podía sentirse un poco avergonzado de escuchar todo aquello que estaba escrito.

Como si me hubiera estado combinando con el mundo que va creciendo— la voz de Haechan parecía hecha para aquella letra, así que tanto Jeno como Jaemin se dejaron llevar por la melodía—, sentí un vacío aún más grande pero ni siquiera sabía cual parte era o como era su figura— Haechan frenó para tomar unas notas y luego continúo—. Así como juntos armamos piezas dispersas, vamos juntado nuestra historia, esta pieza va llenando el vacío en algún lugar de mi corazón. Desde el primer momento supe que eras tú.

Jaemin y Jeno esperaron expectantes, aún quedaba que otros empleados la vieran y dieran su visto bueno, pero Haechan era conocido por ser exigente con las canciones que producían otros miembros. El moreno sonrió y volteó a mirarlos.

—¡Es perfecto! — exclamó con sus ojos brillantes por la emoción. 

Jaemin y Jeno sintieron como un gran peso desapareciera de sus estómagos. 

Sonrieron. 

Cada vez faltaba menos. 


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