Él

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|dicen que cuando más escondes tus sentimientos más rápido vas a enamorarte|

Estaba hundido en su tristeza, en la esquina de su cuarto, con sangre escurriendo por su brazos, ido entre el montón de alcohol y drogas que había consumido.

¿Dónde esta el Corey energético de hace algunos años?

— ¿Alguna vez existió esa personalidad que tanto extraño?

Quiero terminar con esto de una Maldita vez

Miles de pensamientos pasaron por su cabeza al mirar el cuchillo entre sus manos.

— ¿Alguien me extrañaría?

Él ya estaba decidido, igual pensó que no importaba si alguien lo quería, él no se quería así mismo, nada podría curar algo como eso.

Todo su pasado incorregible atormentandolo cada noche y cada día, su mente castigando cada fibra de su ser, su personalidad siendo el daño del prójimo sin poder cambiarlo, él ya no podía cargar con todo eso, solo quería libertad, necesitaba descansar.

— ¡Corey! — escuchó un grito ahogado proveniente de la puerta justo en el momento en el que puso la punta del arma en su pecho.

Él no tenía las fuerzas para levantarse, dejo caer el cuchillo y se echó a llorar desconsolamente al oír a Joey exaltarse de esa forma, al final, si le importaba.

Entre gritos y llamadas de atención Joey giro la perilla, estaba cerrado con seguro, golpeo la puerta con su costado hasta que escuchó un crujido metálico, para luego caer del otro lado de la entrada.

Es ahí cuando vio una perturbadora imagen, Corey con los ojos hinchados y una mirada muerta ya que quizá se acabaron sus lágrimas, sollozando fuertemente, con los brazos cubiertos de sangre y sudor, el piso manchado al igual que sus pies descalzos, con un cuchillo sobre sus piernas.

— ¡Corey! — exclamó de nuevo corriendo en dirección al  aludido suicida.

Se inclino frente a él y lo tomo del rostro, retiro el cuchillo al que lanzó lejos, luego lo abrazo como si eso dependiera de su vida.

— ¡¿En qué mierda pensabas?! —
Alarmaba el menor tomando los brazos del herido Corey, analizando cada cortada.

— yo... y-yo ya no puedo con esto... Soy un asco... ¡Mírame! L-lo único que hago es da-dañarme y dañar a otros —decía entre esfuerzos de no ahogarse con su respiración cortada.

— Corey... No digas eso, sé que todo lo que pasaste te destruyó, pero ahora que saliste no dejes que eso te afecte, eres muy fuerte...
No dejes que este mundo de mierda te destroce — 

Él se abalanzó de nuevo para abrazar al mayor, el aludido enterró su rostro en el hombro de Joey, era el mejor abrazo que le habían dado en toda su vida, podía sentir que los pedazos de su alma se juntaban de nuevo, era mágico.

Ya hacía tiempo que alguien no le tenía ese cariño y cuidado.

Joey ayudo al deprimido a levantarse, para luego llevarlo al baño, cerró la tapa del inodoro y lo sentó en el sin decir una sola palabra.

Él se quedaba observando, viendo al menor urgar entre los cajones del baño buscando algo para curarlo, ¿Desde cuándo se había preocupado tanto por él?

— esto dolerá un poco — dijo Jordison con el alcohol y la bolsa de algodón en las manos.

— no importa — respondió.

— sabes... Eres una persona increíble, ¿No te das cuenta? Te estás convirtiendo en uno de los vocalistas más grandes del género, ¿No te sientes feliz por eso? —

— ni un poco — contestó luego de un quejido a consecuencia del ardor, con esa voz grave a punto de romper en llanto de nuevo.

Joey suspiro profundamente, mirando a los ojos al contrario, pasando los algodones mojados la piel de Corey. Afortunadamente sus lesiones no eran profundas.

El contrario notó una expresión peculiar en los ojos del baterista, de alguna forma le hacía sentir bien, esa mirada le hacía calmarse.

— Corey, aunque no lo creas, yo estoy orgulloso de ti... Nunca ví a alguien con tanta fuerza y aunque te dejes caer de vez en cuando, tomas fuerzas quien sabe de dónde... Eres alguien que admiro mucho ¿Sabes? —

Corey quedó estupefacto, su corazón ardía, sentía que se le saldría por la boca.
— Joey... ¿Qué...? — murmuraba.

— Corey... Eres el tipo más loco que he conocido nunca, pero también eres un gran compañero . Me enseñaste a ser yo sin miedo alguno... Te aprecio mucho por eso... Y si no puedes sostenerte por ti mismo estaré siempre para ti... Cómo tú lo haz estado para mi, te ayudaré a salir de esta —

Corey le puso tanta atención a esas dulces palabras que no se dió cuenta cuando el menor le vendo los brazos.

Más que sanar sus cortes, parecía juntar los pedazos que se rompieron hace un momento.

Joey lo jaló de los antebrazos, levantándolo, rodeando su cintura fuertemente.

— todo estará bien...
Todo estará bien — le daba palmadas en la espalda.

Corey se aferró al pequeño, apretando su remera.

El baterista lo llevo a la cocina.

— debes de comer algo... Entiendelo, debes de cuidar tu alimentación, sino te quedarás igual de enano que yo —

El vocalista sonrió.

— así quiero verte ¿de acuerdo? —

— de acuerdo... —

Ese día fue el peor y al mismo el mejor de todos. Las horas se fueron como agua.

Corey recibió la atención y el amor que no sabía que necesitaba, o más bien, la compañía de Joey era lo único que necesitaba.

Él lo cuido, cada día luego de eso, tan tiernamente que no sabría cómo describirlo y aunque Corey todavía parecía inestable, él lo lleno de alegría. Cómo nadie lo había hecho.

No podría dejarlo solo... Ninguno de los dos podía al otro.

El número 8 siempre lo vió como un compañero cualquiera, pero luego de esa fecha, se había convertido algo más, mucho más cercano.

El dolor se fue en esos meses. Joey era lo único que tenía y lo que quería.
Armó cada pieza que le hacía falta, él era su complemento, su todo.

Las estaciones volaban... Cómo si el tiempo no existiera para Corey, al menos no cuando él estaba consigo.

Pronto Joey significaba el mundo entero para él, solo para él... Sin aceptarlo por cada vez que ese pensamiento pasaba por su cabeza.

Sentía que no debía, él era su amigo, la culpa le hacía daño, pero pronto era reparado por su amor.

Poco a poco se perdía en sus sentimientos, al final era inevitable, era la persona que le apoyo sin importar nada, la que siempre estuvo para él, la primera que cumplió su palabra al nunca dejarlo.

Solo quería calentar a ese hermoso baterista cada invierno que llegase.

Y lo hizo, desde su posición.

Habían pasado 3 años ya.

3 años de amistad pura, más bien, de una compensación de amor dispareja,
No era lo mismo que Corey sentía por él a lo que Joey sentía por él.










Torment and pain (Jorey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora