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De alguna u otra forma, su amorío por ese baterista cumplió casi 5 años.

Quien sabe lo que pensaba esa noche, quizá el trato de Joey lo confundió, estaba ligeramente ido, o no sabía por qué tenía esperanzas de ser correspondido.
Simplemente se le escapó en la cena, los demás irían a un bar, pero ellos dos querían estar juntos charlando un rato, en la casa del número 1.

Se la pasaron riendo la mayor parte del tiempo, hasta que el vocalista paró repentinamente, lo que confundió al contrario.

— ¿Sucede algo? — preguntó Joey.

— yo... Últimamente he pensando mucho en nosotros ¿Sabes? —

— si... Haz mejorado mucho desde la última vez que quisiste matarte, me alegro mucho  —
Ambos rieron ligeramente.

—si... Lo reconozco. — observó a su compañero sonriendo, se tornó un poco incómodo el silencio, sobre todo por qué al mayor le temblaban las manos.
— Pero...  Joey... Yo... Yo Creo que te amo... — dijo sin mirar al menor seriamente.

El baterista lo miró sorprendido para luego relajar su expresión.

— Yo también te amo hermano —

Corey suspiro al darse cuenta que lo malinterpretó.

— no me estás entendiendo — agachó la cabeza al saber lo que venía.

— ¿Uh...? Te refieres a... Corey... ¿Es enserio? — Joey parecía tan asustado como si viera a un fantasma, su rostro estaba pálido, no se la creía, ¿Corey enamorado de él? Era extraño en muchos sentidos.

No entendía por qué, el no hizo nada más que su labor como amigo y miembro de la banda.

— tu... Me ayudaste esa vez, me haz ayudado todo este tiempo a no recaer... Creí que tu también... — Corey tenía la voz quebrada, no era lo que esperaba, en verdad pensó que él sentía lo mismo, era inminente el rechazo.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, Joey odiaba verlo así, pero está vez no podía hacer nada, está vez era él quien lo ponía de esa forma.

¿Que debería hacer?

— Corey... Yo... Lo-lo siento — decía el contrario levantándose de su asiento al ver que el mayor se iba.

El número 8 solo podía sentir su corazón partirse en cientos de pedazos, como esa vez.
Se cubrió el rostro en un esfuerzo de no llorar.

Joey al ver a Corey atravesar la puerta de la cocina, se quedó estático, sin decir nada más, no comprendía que tenía que hacer, pero el detenerlo no era una opción.

— ¡Gracias por la cena! — grito Taylor al abrir la puerta principal.

Luego de cerrar la puerta, él corrió, no sabía ni a dónde, dejando sus lágrimas caer, sus piernas estaban temblorosas que no podía hacerlo tan rápido.

En unas cuantas cuadradas corriendo hacia la nada, se detuvo, frotando sus manos en su cara, caminando hacia la banqueta.

Se sentó, alzo su rodilla, recargando su codo en el, al mismo tiempo que su mano cargaba con su cabeza.

Lloró, lloró como si una presa en sus ojos se hubiera roto. Jadeaba el nombre de su amado, preguntándose por qué no descartó esa idea de declararse, nada de las cosas que Joey hacía por él le daban la certeza de que él pudiese amarlo.

Era la única cosa que podría destruir la relación más importante en la vida de Corey, perder a la persona que verdaderamente le importaba y como un imbécil la mancilló en un acto inocente.

Torment and pain (Jorey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora