Los amantes se encontraban acostados en la cama.
Joey dándole la espalda a Corey, mientras esté mismo acariciaba su oscuro cabello.
Aún no sé creía que había podido tocar y degustar a su amor no correspondido, era todo un sueño para él que esos ojos fríos lo vieran con apetito y sus labios fueran proclamados suyos, la simple idea lo hacía sonreír como un adolescente enamorado.
Sin embargo, seguía ese sentimiento de vacío. Efectivamente la expresión de Joey cambió de forma lujuriosa, pero no por amor.
Que triste era saber que está sería la última vez que tuvieran un encuentro así, el silencio de Joey lo decía todo.
Observando su perfecta espalda realmente parecía ver a una mujer por detrás, sobre todo por esas sexys curvas en su cintura.
Quería grabar cada detalle de su cuerpo antes de que todo volviera al remordimiento, seguro sería más difícil que convivieran normalmente.
— eso... Dolió — comentó el baterista.
— ¿de que hablas? — preguntó alterado inmediatamente.
— la forma en que me trataste... Dolió —
— lo-lo siento, me dejé llevar — replicó con amargura. Cruzó su brazo izquierdo a través de su cintura.
Ya sabía lo que se venía, así que se preparó, tomó aire y tensó la mandíbula, quizás en su subconsciente pensaba que su segundo rechazo dolería menos de ese modo.
En un corto plazo solo escuchando el aliento de Joey, este respiro profundamente, agachando su cabeza.
— no... no me refiero a que me haya disgustado...
Esto... Esto va a sonar extraño, pero ¿Podrías hacerlo más fuerte la próxima vez? — dijo Joey con notable vergüenza.
— ¿Más fuerte? ¿Próxima vez? — alarmó Corey levantándose desconcertado.
— ¡¿Escuché bien?! — pensó. Su pulso se aceleró, derrotando al sentimiento de desesperanza y arrepentimiento.
— oye... Después de todo esto ¿Crees que va a ser la última vez? — volteó a verlo, quedando boca arriba, cargando su torso sobre sus codos.
— ¡cierto...! — sonrió eufóricamente, incluso sus ojos brillaron, su felicidad era enorme al saber que a Joey le había gustado y estaba dispuesto a seguir con lo iniciado.
— parece que alguien está feliz — notó el pequeño juntado su mano con la de Corey, el cual no supo responder de otra forma más que con un cariñoso abrazo.
— Pero, ¿Qué sientes ahora? — se separaron.
— si te soy sincero, no lo sé... ¿Tú cómo te sientes ahora? — Joey dejo caer su cuerpo, acostándose.
— al menos lo duda — reflexionó el mayor.
— lo mismo te diría... No lo sé — respondió.
— Creo que hay que darnos un tiempo para experimentar, ¿No lo crees? — dijo Jordison acariciando la mejilla del contrario.
— bueno, tienes razón — decía Corey acomodándose aún más cerca del baterista, posicionándose de lado, repitiendo en su oído que lo amaba mientras acariciaba el contorno de su rostro.
Tales actos hacían sentir tranquilidad al pequeño, percibía mucha comodidad apesar de estar con alguien que al principio rechazó, la mayoría de los encuentros que tuvo con ese estilo con alguna chica siempre tenía un ambiente muy desdichado al final.
¿Por qué sería diferente con Corey?
Un pensamiento llegó derrepente, alojando una sensación extraña en su pecho, incluso experimentándolo alrededor de sus hombros.
— Corey... — susurró Joey con un notable sonrojo.
