Llegamos al instituto, hicimos matemáticas, bicicleta y un niño se tiró de la ventana. Todo bien y normal.
- Bueno Max, ¿adónde podemos ir hoy?
- ¿A Argentina?
- ¿Por?
- Sólo era una sugerencia.
Quedamos en ir a Argentina, nos comimos los bocatas, charlamos y disfrutamos de nuestro noviazgo heterosexual justo cuando escuchamos algo.
- ¡BOOMBAA!
Creíamos que estaban jugando a la bomba, que también, pero además se había colado un terrorista y había matado a un caballo, y eso no se hace. El caso es que corrimos, nos cogimos los bocatas para que no nos los quitaran porque eran nuestros y llevaban nuestros apellidos: Bocata de mortadela con olivas Delpan Tostado Santa Maria de la Mayonesa Mikasa Camparta de los Santos con Queso. Precioso, lo sé. Salimos corriendo entre la multitud para que los mataran a ellos pero Multitud murió y a nosotras nos dispararon en la pierna y en el prepucio. Pero ya todo valía mierda porque estábamos muertas. Cuando el terrorista se nos acercó, le preguntamos por qué hacía eso:
- Tu novio mató a mi novie. -fue lo único que dijo antes de que ambas cayéramos inertes en el suelo frío mojado por la lluvia de invierno que nos cubría para recordarnos que habíamos muerto. Me pregunté si en Canadá hacía frío.
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La secta de Pepo
RomansMaría, una chica de dieciséis años, es amiga de Bryan, un chico moreno, medio calvo, con la nariz torcida y poco atractivo perteneciente a una secta. ¿Será María capaz de renunciar a los encantos de Bryan? Una historia de amor y drama donde te enseñ...
