Quizá un viaje, pensó él, sería un buen modo de ayudarla a lidiar con una ruptura amorosa.
Quizá, pensó, su amiga se sentiría mejor.
Lo que no pensó fue si sus sentimientos podrían seguir escondidos durante la travesía.
Esa noche durmieron por primera vez en carpas separadas desde que decidieron iniciar con su pequeño viaje.
May se culpaba entre susurros y reproches por aquella conducta tan impulsiva que realizó horas antes y que no fue capaz de ignorar, ¿por qué se siente tan confundida? Ya no puede entender hasta donde es su amistad por Ash y si es que el amor que alguna vez sintió por él volvió como un huracán que arrasaba todos sus pensamientos dejándolos más entreverados. Ash, por otra parte, miraba el techo en busca de cualquier ayuda que pudiese iluminarse en su mente para apaciguar los hechos pasados y tratar de que todo vuelva a la normalidad y, aunque su corazón le pedía a gritos ir donde la ojiazul y besarla nuevamente su mente lo calmaba repitiéndole el por qué del viaje. Pikachu se acercó al muchacho y lamió su rostro, acurrucándose junto a él y esperando así que concilie el sueño.
— Quizá el viaje sí fue una mala idea. — dice el azabache, temiendo perder su amistad tan querida con la coordinadora.
Es entonces cuando escucha unos leves golpecitos en la entrada. Ya eran altas horas de la noche, por lo que el azabache se para curioso por la llamada tan inesperada. Abre la carpa y sus ojos se agrandan al ver a la protagonista de sus pensamientos frente a él con las manos moviéndose de los nervios y una sonrisa, pidiéndole pasar.
— Supuse que tú tampoco podrías dormir.
— Pasa. — murmuró él, aún con la sorpresa de ver a la joven.
Ambos se sientan, mirando el pasto mientras Pikachu caminaba entre ellos. May acaricia al tipo eléctrico y Ash la observa, indeciso de si hablar primero o dejar que la muchacha comience con lo que vino a hacer en su lecho de descanso.
— May...
— Vine a disculparme. — le interrumpe ella — Cuando vi a Drew no negaré que me impresioné — abraza sus piernas y mira hacia abajo, sonrojada y avergonzada — Ha pasado más de un mes y he logrado estar más tranquila respecto al tema de la ruptura, pero, aún así... aún así verlo después de tanto tiempo terminó por alterarme y darme un escalofrío por todo el cuerpo. Me sentí nerviosa, confusa, no sabía que hacer: por un lado, quería ir a abrazarlo y decirle que lo extrañaba; por otro, solo solo deseaba esconderme y desaparecer. — Ash no dijo nada y esperó a que ella continuase — Hablamos bastante, me sentí reconfortada de saber que logramos quedar en buenos términos, eso me alegró, aunque no te voy a negar que un pequeño pinchazo en mi corazón estuvo al volver a pensar en que ya no estaríamos juntos como antaño. — toma una breve pausa — Luego fui a tu encuentro y ahí estabas, me sentía tan segura a tu lado, con tus palabras, como si llenaras el vacío que permanece todavía en mi interior que no supe lo que hacía y... te besé después de que te me declaraste.
Ash volvió a recordar por enésima vez dicha escena. Miró a May, quien ahora lo miraba con los ojos brillosos, pero sin rendirse a llorar.
— No sé con exactitud lo que siento, así que no puedo corresponder tus sentimientos. — ella evade su mirada y la dirige hacia Pikachu, le sonríe débilmente. — No quisiera aceptarte y que al final todo lo que sentí sea por estar intentando llenar dicho vacío que tengo, así que espero me perdones.
Sus palabras, aunque lógicas, recabaron en Ash como un bajón instantáneo. Un atisbo de tristeza pareció haber apagado la chispeante mirada del entrenador de Pueblo Paleta, sin embargo, volvió a mirar a May y le sonrió como siempre lo había hecho.
— No te obligaré a decidir algo de lo que ni tú misma estás segura — vacila, tembloroso al hablar — Tampoco era una propuesta, May, entiendo tu situación y no pensaba aprovecharme... aunque el beso fue inesperado.
— Lo sé, perdóname.
— Perdóname tú a mí por haber querido más. — Un débil <<¿Eh?>> se escucha por parte de la castaña, sonrojando a ambos. — ¡Olvida eso! No sé lo que digo a estas horas por el sueño, es que ese beso me gustó y podría decir que besas bien y ¡Agh! ¡Olvida eso también! No estoy consciente de mis palabras y... — se detiene al escuchar la sonrisa de la chica — ¿Qué es tan gracioso, May?
— ¡Lo siento! Me dio mucha risa verte tan nervioso — en un acto inesperado, le da un leve golpecito en el hombro al joven — No voy a aceptar que digas que mis besos no son geniales, ¿Eh, Ash? Gracias por el halago.
Los dos sienten que las aguas se calman. Más cómodos ante la presencia del otro, se dan el lujo de sonreírse.
— Estoy feliz por haber iniciado este pequeño viaje contigo y de que sigas siendo tan increíble y gracioso como te recordaba. — ante la aún mirada confusa del chico, ella prosigue —Sé que quizá las cosas están incómodas entre nosotros ahora y eso no me dejaba dormir, pero espero de corazón que todo se vuelva a calmar.
— Lo mismo espero yo.
May estira sus brazos para que Ash se acerque a ella y la abrace, a lo que este hace, mas el repentino choque de sus cuerpos producto de ello les hace recordar el momento del beso por lo que, nuevamente un poquito incómodos, se separan velozmente.
— ¿Quizá todavía es muy temprano para eso? — murmura la ojiazul, riendo nerviosa.
— Eso creo.
— En fin, supongo que ya me iré a dormir, me siento mejor luego de hablar contigo, Ash, ¡nos espera un día espectacular mañana!
Esto hace reaccionar nuevamente al azabache, quien alza su puño, orgulloso.
— ¡No creas que te la dejaré fácil!
— ¡Eso debería decirlo yo! Después de todo, entre los dos yo soy la más experimentada en los concursos. — ella le guiña un ojo, pícara. — ¡Adiós!
May sale veloz de la carpa del muchacho ante la despedida de este, quien también se siente un poquitín aliviado.
Piensa en Ash mientras recorre la poca distancia de entre su carpa y la suya. Piensa en su sonrisa y lo alegre que lo vio cuando mencionó lo del concurso, piensa en los labios del chico junto a los suyos y esa sensación enigmática y maravillosa...
Corre a su saco y se esconde dentro de él, sintiendo su cara rojísima mientras sus pensamientos no dejan de ser sobre el azabache. No tiene la menor idea de cómo logró mantener la compostura sin siquiera volver a pensar en el beso que ambos se dieron en dicho momento ni las ganas de aceptar las palabras de Ash y volverlo a hacer.
No siente solo amistad por él, lo sabe muy en el fondo de su ser pero quiere prevenir a lamentar, pues Ash es una de las personas a quienes más quiere en este mundo y ahora está tan confusa que es mejor dejar de pensar en ello y enfocarse en el concurso.
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Perdonen la demora he estado muy ocupada que casi se me olvida publicar XD