Felix se consideraba un hombre desinteresado en varios sentidos, Él no creía en el amor, Simplemente, no le interesaba. Tenía un trabajo estable como auxiliar administrativo de una empresa dedicada a la venta de Seguros.
Contaba con veinte y cuatro años, había venido a Corea a la edad de 6 años, era soltero, compartía un departamento con su mejor amigo Changbin y además tenía un bonito Hyundai Accent, que cuidaba como a su vida.
Sí, a ojos de cualquier mortal, tenía una vida sumamente buena. Pero Yong bok sabía que no todo es lo que parece.
Él es abiertamente homosexual y nunca se molestó en ocultarlo, Lastimosamente; no contó con el apoyo de sus padres, pero sí con el de su hermana mayor y menor.
A raíz de eso, decidió buscar su propio camino, a la joven edad de veinte años compró un departamento compacto junto a Changbin, que también huía de una vida problemática.
Changbin y él se conocieron desde niños, a pesar de ser totalmente opuestos, hicieron un clic especial, siendo capaces de comunicarse simplemente con una mirada, aparte el mas bajo de los dos lo había ayudado mucho aprender coreano cuando era niño.
Gracias a ello, entre los dos, en la actualidad, eran capaces de mantenerse mutuamente en casi todos los sentidos, ambos estudiando en la universidad y trabajando.
Changbin nunca tuvo problemas con sus preferencias, al contrario, lo apoyó desde siempre y para Felix no había mejor persona que su mejor amigo, al cual amaba mucho. Pero cuando lo veía tan feliz con su novia, una bonita chica llamada Jennie, inevitablemente él deseaba tener algo igual, aunque jamás lo admitiría. "Algún día encontrarás a tu príncipe azul, Lixie." Le repetía su amigo al verlo decaído.
Pero el pecoso no pensaba igual.
Es decir, ¿quién se fijaría en él? Su último novio le había gritado que era un bueno para nada, y que ni siquiera era un buen culo en el sexo y que las manchas en su cara lo hacían parecer alguien enfermo.
Definitivamente algo se quebró dentro de él, y la poca confianza que había logrado adquirir con los años, se hizo añicos, ocultando sus bellas pecas con maquillaje por su inseguridad. Se había convertido en una de esas personas que consideraba la opinión de los demás hacia él demasiado importante.
Sin embargo, Changbin le repetía que él debía estar bien consigo mismo y que sus pecas eran hermosas y era muy tonto de su parte ocultarlas, y si a los demás no les gustaban sus pecas, que se vallan muy a la mierda. Nadie tiene el puto derecho de opinar sobre tu cuerpo.
Pero claro, Felix ya no creía en eso, con su autoestima por el suelo, él trataba de ser siempre lo que la gente deseaba. Construyendo progresivamente a un Felix frío y calculador. El dulce Lixie había desaparecido, y ahora, Yong bok era un hombre que ya no creía en los cuentos de hadas. Era un hombre decidido a vivir solo si con eso conseguía la tan anhelada felicidad.
Pero cuando él regresaba de verificar una de las agencias de seguros en las afueras de la ciudad. Manejando en la carretera, una mancha negra se cruzó en su camino, obligándolo a frenar de golpe. Para su sorpresa, un pequeño cachorro yacía tirado y herido en la calle.
Toda su fachada de hombre duro se cayó al ver lo mal que se encontraba el perrito. Sin dudarlo, lo tomó con mucho cuidado y diciéndole al cachorro que todo estaría bien, apresuró el paso hacia la clínica veterinaria más cercana.
Sin imaginarse que en un par de años, ese cachorro le daría una gran sorpresa.
Autor original de la historia: shebeJJ_
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𖧧 ִֶָMy Sweet Wolfִֶָ 𖧧 [MinLix]
WerewolfFelix se encontró con un dulce cachorrito herido a la orilla de la carretera. Al llevarlo a su casa y cuidarlo, nunca se imaginó que el cachorro, en realidad era híbrido de lobo. ¿Ahora como haría para mantenerlo? ©ShebeJJ_ Portada hecha por @dm_la...