𝑩𝑳𝑨𝑪𝑲 𝑷𝑶𝑰𝑺𝑶𝑵/ Steve Rogers [En Pausa]

3. Surprises

Sorpresas, sorpresas te da la vida.
Asi dice una canción no?
Pues así también se aplicaría esa frase aquí.
¿La razón?
Esperaban todo, menos lo que tenían enfrente.

Los dos hombres estaban confundidos y hasta cierto punto embobados con la presencia de la hermosa mujer.

Natasha pues... Ella era una caso aparte, era como si estuviera presa de su mente, sentía un dolor punzante en donde su corazón se hallaba palpitando fuertemente.

Sentía como si algo la tirara hacia la mujer frente ella, lo cual era confuso por que; podría jurar que nunca la había visto en su vida.

Pero jamás digas nunca, ya que como iban las cosas no podía confiar en sus propios recuerdos y memorias.

Por la sencilla razón de que mientras su cerebro le decía que nunca la había visto, Su corazón le gritaba que la conocía mejor que nadie.

La recorrió con la mirada detenidamente, tratando de recordar quien era, algo imposible, hasta que su mirada se posó en sus ojos, unos ojos verdes, raros y enigmáticos.

Los mismos ojos que venía viendo en los pequeños flashes y sueños que tenia últimamente.

Aquella mirada que en sus malos momentos la calmaban con seguridad y calidez y que ahora no eran cosas del pasado o su mente.

Ahora estaban frente a ella, en persona después de tantos años.

Los ojos de la pelirroja relampaguearon en reconocimiento y sentimientos inentendibles, por fin sabiendo que todo aquello no era producto de su imaginación, era real.

Pero estamos hablando de Black Widow y su reacción no tardó en aparecer, con rapidez se lanzó hacia la otra mujer iniciando una pelea cuerpo a cuerpo, donde parecía más una danza mortal, con movimientos letales y fluidos, bastante llamativo a los ojos de cualquiera y mas del público presente, que aún se encontraba en especie de catarsis no creyendo lo que sus ojos veían.

De un rápido movimiento ambas mujeres terminaron apuntandose una a la otra con sus armas, dando así terminada la pelea.

-hola hermana- dijo está vez Natasha, dándo así la bienvenida la una a otra.

Ambas sabían que esa charla no acaba allí, tenían que hablar largo y tendido pero ya habría tiempo para eso, mientras tanto debían explicarle lo que pasaba al público presente que veían la escena sin entender que sucedía.

Claro que por parte de la morena le importaba lo más mínimo quiénes fueran esos dos, es más, si fuera por ella tomaría a su hermana y la encerraria en una cajita de cristal huyendo del mundo para que no le hicieran daño, pero había captado que los fulanos eran importantes para la colorada, así que sin más tendría que empezar con eso.