CAPITULO 5: Problemas

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Perspectiva de Cattleya

Se que muchos pensaréis no es normal que se quieran tanto, la cuestión es que Cheryl fue quien me sacó del pozo en el cual estaba, la conocí a los nueve años, éramos dos niñas, ella era demasiado dulce, me enseñó que las cosas no son siempre malas, ella era mi refugio, al cual me aferre para salir de la familia que tenía, mi padre siempre fue violento, recuerdo las veces que se puso violento con mi madre, como sufría día a día por su culpa, como mi madre lloraba  a escondidas, en un cuartito, como temblaba mi cuerpo cada vez que escuchaba su voz y como me replicaba cada día que yo no era su hija y que no me debía nada. Sacrifique toda mi vida para largarme de esa sucia casa junto a mi madre, se que éramos de mundos diferentes, Cheryl de buena cuna o no tan buena, no todo es lo que parece, yo de calle o eso era lo que decían de mi, luego de que me fuera de casa junto a mi madre, también la tuve que dejar a atrás, se volvió loca, me trataba mal y me culpaba de cosas sin sentido o eso es lo que sentía yo, decidí salir adelante, estudié diseño gráfico y seguí mis sueños, ahora trabajo en la sección de diseño en la empresa Foster, también hago poesía en tiempos libres, y lo que más me gusta, es ver animes, al menos eso me libera de la sociedad y puedo desconectar y ser la niña que nunca puede ser.

Al dejar a Cheryl sola, me dirijo hacia un lugar del cual nadie puede salir, cuando estuve en problemas, pedí ayuda a gente la cual solo se quiso aprovechar de mi , me metí en un problema mucho más grande que todo lo que he vivido, un problema que me podría llevar a la muerte, decidí que para salir adelante tenía que ganar dinero, así que un amigo me dijo que por entregas me llevaría un tanto por ciento, cada vez hacía mas entregas, ganaba más dinero, cuando empecé mi trabajo en la empresa decidí dejarlo, pero hay algo que no sabia o si pero no quise creerlo, quien entra en el mundo de la droga, no sale nunca y ahora lo tengo claro. Subo las escaleras de Amnesia, entrando así a una sala, hay mucha gente, algunas chicas estaban tiradas en el suelo, con los ojos desorbitados y rojizos, cuerpos temblando, manos coléricas, algunas lloran, otras ríen , otras simplemente no sienten nada, se lo que es eso ,están en éxtasis, están drogadas, se que tampoco están por voluntad propia, algunas fueron obligadas otras empezaron por curiosidad, pero siempre acaban igual volviendo a por más, lo que nadie sabe es que ninguna tiene dinero, yo lo sé,  ellas a cambio de la droga harían lo que sea, y ellas pagan con su cuerpo, un cuerpo el cual no siente nada. Los hombres ríen divertidos, también hay alguna mujer, todos observando el espectáculo, algunos cogen a las chicas y se las llevan a las habitaciones, decido no mirar mas, se que muchos intentaríais hacer algo, pero no todo es tan fácil, podrías terminar muertos o peor como ellas. Recorro la habitación hasta llegar a otra puerta- pase...-escucho que dicen desde el interior, después de dar tres golpes secos con mis nudillos, al pasar me encuentro con mi pesadilla, pelo rubio, ojos negros, sonrisa maliciosa y metro ochenta de altura, si se trata de Alexander Heinsk- mira a quien tenemos aquí a mi querida Cattleya- dice alargando mi nombre, como si lo pudiera degustar con su boca, se levanta de la silla, rodea su mesa y se acerca a mi, no me gusta su mirada, siempre me pareció turbia, paso de ser un corderito, a un lobo feroz- Corta el royo Heinsk, no estoy para tus bromas, toma las ganancias- le extiendo un fajo de billetes, en el habrán unos cinco mil dólares, coge el dinero y lo cuenta al ver que esta todo me entrega mil y se queda con el resto- muy bien preciosa, aquí tienes mas droga, véndela es de buena calidad- me entrega una bolsa, no miro el contenido no me hace falta, se lo que es- por cierto cada vez te pones mas bonita porque no pasamos un buen rato- se acerca a mi hasta estar a la altura de mi cara, su sucio aliento choca con el mío, asco solo me produce eso- aparta de mi sucio-lo empujo y salgo rápidamente antes de que haga algo peor, odio esto, odio no poder salir de esta mierda, saliendo de la habitación veo algo, me lleno de rabia, disgusto y enfado , delante de mi en la barra se encuentra alguien, nada mas y nada menos que Nico, lo veo sentado con la mirada mas turbia que he visto, con una raya blanca y el absorbiéndola con la nariz, rápidamente me acerco y me pongo delante de el, levanta la cabeza y se queda atónito.

DESHIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora