Fate: Awakening

Capítulo 4

"No querían quedarse atrás de él ahora, ¿verdad?"

Lucina apenas recordaba nada, ¿por qué había dicho esas palabras? Naga había dicho que esto sería peligroso y les había dicho que tendría poco poder para manipular lo que sucede dentro de esta ... esta cosa, apenas podía recordar lo que estaban tratando de hacer. Podía ver a otras personas cercanas, Severa, Owain, Íñigo ... Podía recordar los nombres de sus compañeros claramente, pero algo estaba desapareciendo y parecía que los demás parecían estar experimentando lo mismo si la confusión era una pista. Aunque uno se destacó del resto, un chico de cabello castaño rojizo extrañamente familiar que, a diferencia de los demás, parecía sentir un dolor tremendo cuando dejó escapar un grito silencioso de agonía.

Se acercó al chico y trató de gritar su nombre, Shi ... Sintió pánico, lo recordó, pero a medida que pasaba el tiempo, ya que estaban aquí, más y más recuerdos de él estaban siendo olvidados. Ella notó que no todos los recuerdos se estaban perdiendo, la mayoría de los recuerdos perdidos involucraban al chico de cabello castaño de alguna manera. Sabía que eran amigos, como todos los demás aquí, pero cualquier resistencia que opusiera sería aplastada de inmediato si intentaba recordarlo.

Era como si alguien o algo estuviera pasando por sus recuerdos, seleccionando ciertos recuerdos y simplemente borrándolos. Sentía miedo, sabía que su mundo era solo un remanente de lo que fue, pero olvidar a su amiga que ayudó a iluminar su mundo fue una sensación desgarradora. Así que se aferró a ellos, desesperadamente.

Muy pronto vio a todos dividirse en diferentes direcciones, sintió pánico una vez más ante la idea de ver a sus amigos simplemente desaparecer. Pero se mantuvo firme, creyendo que pronto se volverían a encontrar. Solo una persona importa en este momento, el chico de cabello castaño rojizo. A diferencia de los otros que inmediatamente se fueron en diferentes direcciones, él se fue alejando lentamente. Así que se aseguró de estirar la mano y agarrarlo.

Si bien esto no haría mucho, era el motivo detrás de esto lo que importaba. El chico abrió los ojos incluso mientras sudaba furiosamente y la miró a los ojos. Él ya formó algunas teorías sobre por qué estaba sucediendo esto, pensó que Gaia finalmente tenía suficiente, así que decidió sacarlo, pero eso era poco probable ya que el dolor que estaba sintiendo comenzó a suceder tan pronto como puso un pie aquí. Sin embargo, el dolor no significaría nada para él, si tuviera que priorizar un dolor simple que probablemente se desvanecería cuando dejara este lugar, sobre las miles, incluso millones de vidas que estaban condenadas a morir en un futuro sombrío, entonces se reiría de él. él mismo.

Luchó contra Archer y había ganado, sabía que podría haberlo matado y lo habría matado, pero era una batalla de ideales y los suyos habían ganado. No solo iba a dejar sus ideales sin ninguna resistencia. Así que perseveró contra el dolor mientras Lucina lo sostenía desesperadamente. Ya podía ver el final de la luz cuando se acercaron rápidamente. Tal vez ahora sería un momento ideal para descansar, sintió que sus ojos se cerraban ya que pronto perdió el control de su cuerpo. Estaba perdiendo el conocimiento y era muy consciente de eso.

Pero justo antes de perder el conocimiento sintió un tirón, un tipo diferente del dolor que estaba sintiendo, pero un tirón en ambos sentidos. Fueron sacados y para cualquier testigo ocular debajo de ellos, fue como si salieran de un ojo, del cual salieron aunque no era realmente un ojo. Sin embargo, ese no era un problema, el enemigo que los futuros niños habían venido con ellos cuando las hordas de Risen salieron del portal y cayeron al suelo.

Cuando cayeron al suelo debajo de Lucina se aferró con fuerza al niño, cualquier fuerza externa que se entrometiera en sus recuerdos desapareció una vez que abandonaron el portal. Se estremeció al pensar en volver a pasar por eso, si lo hiciera probablemente se olvidaría por completo del chico de cabello castaño rojizo y ni siquiera lo reconocería. Aún así, mientras caían al suelo, Lucina no pudo hacer nada mientras caían a través de las copas de los árboles y se estrellaban contra algunas ramas en su descenso, y una vez hecho eso, se estrellaban sin ceremonias contra el suelo.