CAPÍTULO 6: DILEMA INDUSTRIAL

4 0 0
                                    

En la lejana estación espacial Hypnos III, la nave Stellaris reposaba en una de las 5 estaciones de reparación, toda la tripulación de encontraba en la estación con capacidad de albergar hasta 4,000 individuos. Todos los tripulantes, alféreces, ingenieros, botánicos, arqueólogos, físicos, exploradores, médicos y guardianes estaban por los pasillos de la gran estación espacial Hypnos III.

El capitán Sam acompañado de su amiga Vagatha y por el consejero Atlas iban caminando con rumbo a una de las tantas cantinas de la estación, mientras tanto, la embajadora Lía Jonx iba rumbo a la sección de combate y entrenamiento militar multidisciplinar (una sección donde se impartían todas las artes marciales de la Alianza), ella era acompañada por el Ingeniero Parfons.

—Ya se lo he dicho teniente, solo deseo acompañarla para aprender algunas artes marciales y defensa personal—se excusaba Parfons, pues en realidad quería verla luchar.

—Pues escogió a la compañera perfecta para su entrenamiento Parfons— contestó Lia algo alegre de que un tripulante de la nave le ofreciera una amistad ligera—Le enseñaré el entrenamiento básico Eldar para la defensa personal.

Ambos fueron a la sección de entrenaimento.

Afuera, en la órbita de la Estación, la nave U.S.S. Proximity se estacionaba para luego ser transportada al interior de la estación por medio de la plataforma ascendente, de la nave, ya cuando el oxígeno y la gravedad vitales se estabilizaron, salieron el capitán Christopher Japser junto al almirante Daniel Montana y el capitán Joseph Marcus.

Las bebidas eran servidas, la multitud platicaba sin cesar y el jazz de fondo comenzó a sonar, callando el sonido de las turbinas de gravedad artificial, las cuales sonaban como una corriente de aire dentro de la estación.

Vagatha se pidió algo de cerveza negra y Atlas pidió un mezcal con limón, era una lástima que su capitán no pudiera beber alcohol, de la sensación que se perdía estando ebrio.

—Creo que lo he arruinado todo— dijo Sam, bebiendo un sorbo de aceite de microtubos

—¿Por qué lo dice señor? — preguntó Atlas.

—Sin la producción de Rift, todas las naves lejanas a la tierra o alguna estación de recarga se quedarán sin combustible.

—Sin embargo, nuestra nave funciona con múltiples combustibles, no solo con Rift— comento Vagatha bebiendo un sorbo de cerveza negra.

—El problema es que una buena parte de las naves de la Flota son totalmente dependientes del Rift, por lo que más temprano que tarde se quedarán sin combustible y quedarán varadas en el espacio.

—El capitán tiene un punto Vagatha, el paro total de la producción de Rift sí que traerá efectos colaterales severos a múltiples naves de la Flota.

—Sí, tienen razón los dos.

—¿En qué diablos estaba pensando al sugerir cerrar toda la producción de Rift? — espetó Sam algo angustiado.

—Hiciste lo que tenías que hacer Sam, no hiciste nada malo.

—Tomo la decisión más lógica capitán, el freno total del Rift provocara que las empresas tomen sus respectivas medidas de seguridad con los trabajadores y el manejo de la energía.

—Creo que si no lo hubieras hecho Sam, tarde o temprano ocurriría la misma historia de Epsilon II en otra colonia minera.

Al voltearse, Sam de percató, para su mala suerte, que el capitán Jasper junto al capitán Marcus lo esperaban en un cuarto privado.

—Muy bien señores, desenme suerte, iré a hablar con los superiores.

Vagatha y Atlas se miraron mutuamente por unos segundos, y entonces ellos dos comenzaron a hablar en la ausencia del capitán. Mientras tanto, dentro de la habitación privada, Jasper y Marcus tenían una acalorada discusión con el capitán Sam.

STELLARIS®Where stories live. Discover now