Vuelvo a mirar por la ventanilla el enorme y precioso lago que llevamos viendo alrededor de unos diez minutos y muevo mi pierna, debido a lo nerviosa que estoy. Sé que en cualquier momento podemos llegar a esa supuesta cabaña en la que vamos a pasar el fin de semana y solo de pensarlo se me remueve el estomago.
- ¿Y si no les caigo bien a los demás? - le pregunto a Ian por sexta vez en lo que llevamos de trayecto y por sexta vez vuelve a rodar los ojos.
- Katerina nadie te obligo a venir asique deja de preguntar lo mismo cada veinte minutos -gira levemente a la izquierda adentrándonos a un camino de tierra -
- Lo haría si no estuviera la arpía de Caroline - susurro, ganándome una mira asesina por parte de mi mejo amigo - sabes que me odia, ¿o tengo que recordarte lo que paso la última vez?
- No te odia - la defiende - solo que no le gusta que siempre estés conmigo
- ¡Vivimos juntos! -alzo la voz - ¿Cómo pretende que no pasemos tiempo juntos? Además eres mi mejor amigo -me cruzo de brazos mirándole desafiante- se supone que deberías de habérselo dejado claro hace mucho tiempo
- Ya bueno - cruzamos una gran verja y a los pocos segundos aparca delante de una cabaña enorme y preciosa - tú intenta no acercarte mucho a mi cuando este ella y ya está -alzo una ceja al escuchar su solución ante el problema que tiene su novia contra mi- quiero que este fin de semana sea tranquilo y pueda disfrutarlo de verdad con los amigos de Caroline -gira medio cuerpo en mi dirección y me mira- sabes como se pondrá y quiero tener la noche en paz
-¿Pero te estás escuchando? -le doy una leve colleja, provocando que se lleve su mano hacia la zona y se la acaricie - Primero, eres mi mejor amigo y segundo la única persona que conozco y a la única que le caigo bien
- No seas tan dramática y sal del coche - abre su puerta y sale del coche, cuando esta fuera se agacha y me mira - ahora, Katerina - me ordena y bajo de este, quejándome y arrepintiéndome de haber accedido a venir a mejorar la relación con la perfecta y estúpida Caroline.
Observo la entrada de la cabaña y no puedo evitar sentirme un poco extraña al apreciar todo el dineral que tienen que tener los dueños. Me acerco a Ian para coger mis bolsas y un chico sale del interior de la cabaña, acercándose a nosotros.
- Menos mal que llegaste - se dirige a Ian, se saludan con una palmada y seguido un abrazo - tienes a Caroline como una fiera preguntándose si tu amiga - hace un gesto con la cabeza señalándome, seguido de una sonrisa- te había secuestrador para evitar que estés con ella este finde y más mierda que he pasado de escuchar -miro a Ian y hago un gesto con las manos para que vea que no soy la única que piensa que su novia es una toxica y que está loca.
- Tonterías - le quita importancia - voy a saludarla para que sepa que ya hemos llegado -se va, dejándome sola con este chico que ni si quiera se su nombre, pero parece que se da cuenta cuando para en mitad de las escaleras y dirige su vista hacia nosotros - es el Luke, Luke ella es Katerina - y dicho eso, desaparece de nuestro campo de visión cuando cruza la puerta en busca de su querida novia.
Miro al chico de arriba abajo analizándolo y no tarda en sonreírme.
- Hola, soy Luke -me ofrece su mano y bajo mi mirada a esta sin entender que es lo que quiere - Ahora es cuando tu te presentas
- Emm, si - le estrecho la mano y lo miro, encontrándome con unos ojos azules - Yo soy Katerina
-Encantado, ¿quieres que te ayude y te enseñe cuál será tu habitación durante la estancia? -se ofrece y asiento.
Me ayuda a coger las bolsas y cierra el maletero, ofreciéndome pasar a mi primero. Cuando entramos en la cabaña mis ojos se abren de par en par. Si por fuera es preciosa por dentro es impresionante.